Era la penetración por la que se moría de ganas, pero no suficiente. Sintió una repentina timidez que le hizo cerrar los ojos antes de pedir lo que deseaba.
-Más -susurró.
Harry introdujo entonces dos dedos sin dejar de darle suaves besos en la boca.
-Dime cómo lo sientes.
-Diferente -contuvo el aliento cuando él introdujo más los dedos-. De maravilla -dijo con un suspiro tembloroso-. Harry, me estás volviendo loca por dentro. Desflórame ya, por favor-
Su beso fue suave mientras se deslizaba entre sus muslos y apoyaba los dos brazos a ambos lados de su cabeza. Temblando de excitación, Pamela enroscó los dos brazos alrededor de su cuello y notó que él también estaba temblando.
-Pamela, -susurró él-. Abre los ojos-
Ella lo miró asombrada de la ternura que encontró en su mirada esmeralda. Hubiera creído que un hombre en su situación parecería mucho más fiero.
-¿Qué?-
-Voy a ir despacio. No tienes que apretar la mandíbula de esa manera. Y mantén los ojos abiertos. Si me miras, podré decirte lo que estoy haciendo-
-¿Cómo puedes estar... tan calmado?-
-Créeme, no estoy calmado, sólo tengo cuidado-
-¡Oh, Harry! Gracias por estar aquí-
-Pamela notó el destello de deseo incontrolado en sus ojos antes de quedar absorta por completo en la sensación cuando la penetró. Notó su calor y tamaño. Él se retiró y volvió a entrar y ella gimió de placer ante aquella fricción que no se parecía a nada que hubiera conocido.
-¿Pamela?-
-Ha sido un gemido de felicidad -murmuró mirándolo a los ojos.
Harry tenía la respiración jadeante, pero mantuvo los movimientos lentos.
-Voy a penetrar un poco más-
-Sí-
Todo lo demás, comprendió Pamela por muy delicioso que hubiera sido, iba encaminado sólo a aquello, a la última conexión. Nada en el mundo le había parecido tan perfecto como abrir su cuerpo a aquel hombre y ser llenada por él.
Harry se deslizó aún más adentro y encontró resistencia. Se detuvo al instante y la miró a los ojos.
-Ahí está-
Pamela tenía el corazón desbocado. Un movimiento y su vida habría cambiado para siempre. Ya no sería virgen y conocería la maravilla de estar unida íntimamente a otra persona. Y no a una persona cualquiera, sino a Harry. Un movimiento más y ella sería una con él en todo el sentido de la palabra- Pamela deslizó las manos hacia sus nalgas y se las apretó con firmeza.
-Vamos por ello-
Mientras él empujaba con suavidad al principio, ella se alzó para recibirlo, resuelta a compartir aquel momento. El agudo dolor la hizo lanzar un grito.
-¡Maldición! -exclamó Harry deteniéndose en el acto.
-Está bien -tembló contra él-. Ya se me está pasando. No te retires. Ya se ha pasado. Ámame. Ámame como un hombre ama a una mujer-
Con un bramido, Harry embistió hasta dentro y la fiereza que ella había esperado ver antes brilló en sus ojos cuando la miró.
Mientras ella le devolvía la mirada, una fiera intensidad ardía dentro de su cuerpo. Había esperado estar desnudos los dos esa noche, pero no había adivinado que la despojara de la esencia misma de su alma y ella a él. Lo miró a los ojos y comprendió que los dos estaban viendo profundidades que nunca había imaginado. Y su mundo se trastocó porque supo que la conexión que estaban haciendo no duraría sólo esa noche, ni siquiera el verano, porque duraría para siempre.
«Perfecto», pensó Harry. Él nunca había estado con nadie con quien se hubiera sentido tan cercano como con Pamela en aquel momento. Le pareció que todas sus vidas habían estado encaminadas a aquel momento. Unidos de espíritu desde que eran niños, por fin habían creado la última unión y sintió que siempre habían estado destinados a ello. Pensando en ella, se movió con cuidado, pero sintiendo la perfección que encarnaban juntos.
-¿Estás bien? -murmuró
-Muy... muy bien-
Los ojos le brillaron.
Harry se retiró y avanzó de nuevo. Sí. Y otra vez más.
-Oh. Pamela-
-Harry...Harry-
El asombro en sus ojos y la riqueza con que pronunció su nombre era todo lo que necesitaba saber. Pamela estaba con él. Harry deslizó una mano tras sus nalgas y la mantuvo firme mientras transmitía un ritmo más apremiante. Ella lo siguió con rapidez, acompasándose a sus embestidas. Su trasero era suave y al notar la flexión de sus músculos bajo su palma supo que ella había empezado a participar para volverlo loco.
Muy loco. Pronto. Harry cambió el ángulo para rozarle los senos con su torso y apretar el botón sensible entre sus muslos para que llegara con él.
La respiración de ella se hizo jadeante y supo que había encontrado el punto y que debía aguantar todavía un poco. Esa primera vez quería darle el regalo de saber lo bueno que podía ser, las alturas que podría escalar con él dentro de ella.
Los ojos de ella se abrieron y la respiración se desbocó. Aquella respuesta aceleró la de Harry. Nunca hubiera creído que hacer el amor podría ser así. El cuerpo de Pamela se arqueó para recibir sus embates apretándose alrededor de él. Cuando en los ojos de ella vio que se acercaba el momento, Harry lanzó una carcajada exultante.
-¡Sí! -gritó.
-¡Oh, Harry! -se arqueó contra él-, Estoy...-
-Sí -bramó él con voz ronca de deseo-. Ahora eres una mujer-
«Mi mujer», pensó.
Con una embestida final consiguió que el paraíso lloviera sobre ellos.
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Proyecto de Verano (Harry Styles)
FanficEsta novela NO es mía, pero me encanta y me gustaría compartirla. -MuffinJS.xx:)