Capitulo 30

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Y la encontró. Mientras su ritmo aumentaba, sus ojos le dijeron que sí, que sentía lo mismo que él y que su corazón estaba tan atrapado como el de él.

-Te amo -dijo Harry.

Por primera vez en su vida aquellas palabras significaron algo especial, algo tan real que casi podía tocarlo.

Los ojos de Pamela eran una pura brasa.

-Te amo -murmuró ella también.

Lo asaltó una alegría tan intensa que cerró los ojos por miedo a soltar lágrimas de alivio. Pamela lo amaba y todo saldría bien. Mientras sus movimientos se hacían más desinhibidos y su grito de alivio llenaba la habitación, él se abandonó a un clímax en que dejó el alma.

Se quedaron pegados unos minutos con la cara de Pamela sobre el hombro de Harry. Él le frotaba la espalda con suavidad sin saber qué decir. Deseaba que las primeras palabras salieran de ella, escuchar que ya no iría a Nueva York.

-¡Eh, gran Harry! ¿Dónde te has metido, compañero?- Les llegó la inconfundible voz de Louis desde el salón.

Pamela saltó del regazo de Harry y corrió hasta la puerta para pegarse a ella con los ojos muy abiertos.

-¡Oh, Dios!-

Harry la miró. Se había olvidado por completo de que había quedado con Louis y Zayn en el Ore Cart.

-¡Eh, Harry! -gritó Louis de nuevo esta vez ya desde el pasillo-. ¿Qué es lo que pasa?-

Harry se puso en acción levantándose de la silla.

-Bueno... Salgo en un minuto. Cierra- Le murmuró a Pamela.

-¿Por qué no puedes salir ahora?-

La voz de Louis sonó sospechosa. Cuando oyó el pestillo, Harry se dirigió al cuarto de baño.

-Sólo dame un minuto, ¿de acuerdo?-

-¿Qué pasa? -la voz de Louis sonaba ya enfadada-. ¿Está Pamela contigo?-

-Sí, estoy aquí, Lou. Ve al salón. Enseguida iremos-

-¡Dios, lo siento, Pamela!-

-No es culpa tuya-

Pamela ya se había quitado el sujetador de brocado y se había puesto uno simple.

-Sí es culpa mía. Me encontré con ellos cuando venía para acá y quedé en jugar una partida de dardos-

Ella se dio la vuelta mientras se abrochaba el cierre delantero.

-¿Y por qué? No pensabas quedarte, ¿verdad?-

-No-

Pamela se puso pálida.

-Ibas a romper, ¿verdad?-

-Bueno, sí iba a hacerlo, pero...-

-No hace falta que me expliques más- Le tembló la voz y se apartó de él.

-¡Pamela maldita sea. Yo...!-

-¡Vete! ¡Lo digo en serio, Harry!-

Harry sintió un nudo en la boca del estómago.

-¿Qué quieres que les diga?-

-Podrías empezar por la verdad. Ya no podemos inventarnos una historia a estas alturas. Nos han pillado, Harry. No hay forma de que podamos salir de esto-

-¡Si la hay, maldita sea! Podríamos decir que estamos enamorados-

Pamela se puso una camiseta.

-Gracias por la idea, pero preferiría que no lo hicieras-

O sea que le acaba de decir que lo amaba pero no quería que nadie más lo supiera. Y por la forma en que estaba actuando, estaba seguro de que se iría.

Sin decir una palabra más, Harry salió de la habitación para enfrentarse con sus inquisidores.

Proyecto de Verano (Harry Styles)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora