Capítulo 4

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Lali

Habían pasado dos semanas y hoy era el día en dónde tenía que empezar mi 'trabajo' o lo que se llamara eso.

- Ay, qué grande que estás  -decía Brenda riéndose-

-No empiezo primer grado, sólo un trabajo -reí por lo que decía-

- Es que esperé tanto este día  -rió y cambió la cara al ver su reloj- tenés que llegar en 10 minutos a la casa y queda lejos de acá, sino ni siquiera empezas el trabajo

Agarré mis cosas y subimos al auto hasta que llegamos a la inmensa mansión en la que vivía.

- Okey, entra, suerte! -dijo y me abrazó-

Me bajé del auto y toqué la puerta, me atendió la misma señora que cuando fui a la entrevista y me senté en el sillón y después de unos minutos apareció mi 'jefe'.

- Hola, buen día  -sonrió y me saludó amablemente- Lista para empezar

-Muy lista -sonreí-

- Genial, me gusta esa actitud -sonrió y me entregó un papel que ocupaba medio cuerpo mío-  estos son los horarios que tiene Santi, sus actividades... las salidas del colegio, ahí tenés toda la información que necesitas

- Wow, tiene más actividades que yo en toda mi infancia -reí y él sólo lanzo una pequeña sonrisa- ya empezaría hoy?

- Sí, Santi está por llegar del colegio porque lo fue a buscar el chofer, ahí se van a conocer -dijo y se retiró de la sala-

-Vamos arriba y el muestro el cuarto de huéspedes, por si algunas veces tiene que quedarse a cuidar a Santi hasta la noche -dijo y no me quería imaginar el hecho de quedarme cuidando a un nene tantas horas-

Abrió la puerta y más que un cuarto de huéspedes era un cuarto de lujo, era gigante y era el doble de la habitación que yo tenía.

-Wow, a esto le llaman cuarto de huéspedes? -reí al entrar- es gigante esto, incluso este mueble es más grande que yo

-Como verá al señor le gusta estar en los pequeños detalles -sonrió mirando los adornos que había- siempre Santi lo ayuda, él está muy ansioso por tener una niñera, que suerte que usted llegó

-No me trate de usted por favor, no me haga sentir vieja  -reí y ella también lo hizo-  por los comentarios que escucho sobre él debe ser un buen nene -dije lo más tierno que me pudo haber salido-

-Créame que lo es, Santi es un ser lleno de luz -sonrió y quedó hablando de él-  bueno, esta habitación la va a usar para alguna noche que se quede, o si está muy cansada y aprovecha que Santi no está -dijo y me guió hacia un pasillo enorme- esta es la habitación de Santi, acá es donde hace su tarea ya que tiene su mesa para hacerlo ahí, por acá esta la habitación del señor que generalmente nunca entramos a no ser que esté con Santi, a veces duermen juntos -sonreía cada vez que hablaba del nene- y bueno, eso es más o menos todo

-Wow, creo que jamás estuve en un lugar tan grande, o para un ser tan chiquito como yo esto es gigante tal vez -reí y ella también lo hizo-

Bajamos las escaleras y ahí estaba Santi, abrazando a su papá, luego hizo lo mismo con Amanda que se notaba lo amaba con todo su corazón.

Yo sonreí al verlo y él se acercó hacía a mí sin timidez alguna, nada que ver a los nenes que conozco.

-Vos sos mi nueva niñera? -sonrió con los ojitos iluminados-

-Por ahora sí, soy tu niñera -sonreí agachandome a la altura de él-

Me abrazó fuerte, sin dudas se notaba lo especial que era, un nene no como los demás, tenía su toque especial.

-Mi amor, ella es Mariana, te va a acompañar para hacer tu tarea, jugar con vos y todo lo que quieras mientras papá trabaja -decía acariciandole el pelo-

-Por qué por ahora pa? -preguntaba-

-Está probando, pero si se porta bien yo creo que va a quedar -sonrió y yo también lo hice, era el primer comentario en el que me decía algo bueno, sin ser serio y lanzando una sonrisa-

El abrazo que me dio Santi fue hermoso, él era un nene hermoso sin dudas, lleno de luz como lo describía Amanda, al menos, a juzgar por lo que ví, no sería un trabajo difícil.

La niñeraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora