Capítulo 35

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Peter

Ya habían pasado dos semanas desde el cumpleaños de Santi y todo marchaba bastante bien, Lali ya no se notaba rara y volvió a tener su esencia y la relación con Candela se podría decir que era bastante buena y eso era bueno para San.

En cuanto a Amy y Arturo, se tomaron unas mini "vacaciones" donde fueron a visitar a sus familias, ellos no eran el servicio de la casa, eran como familia para nosotros y podían volver cuando ellos lo desearan, además teníamos bastante tiempo a solas los tres juntos en casa.

Como todas mis mañanas me desperté y fui a la empresa, faltaba exactamente un día para que podamos presentar el proyecto que veníamos armando con Daniela, tenía una mezcla de emociones, nervios, ansias, miedos, pero habíamos trabajado demasiado para llegar a esto e íbamos a dar lo mejor de nosotros.

-Buen día -dijo Brenda mientras entraba a mi oficina- ¿y, emocionado?

-Más que nada ansioso -reí- pero ya falta solo un día

-Les va a ir bien -sonrió- trabajaron mucho y además hicieron un trabajo increíble, y no lo digo porque seas el novio de mi mejor amiga -rió-

-Gracias Bren -sonreí-

-¿Y Lali está bien? -preguntó-

-Sí -dije algo confundido- ¿habría de no estarlo?

-No claro, pregunté por preguntar -dijo y se levantó- bueno yo me voy a terminar unos papeles

-Espera -dije y me paré- ahora esta bien pero hace unos días estaba como decaída, se sentía rara, pero no me quiso decir nada ¿vos sabés algo?

Brenda se quedó unos segundos callada y eso me descolocó.

-Brenda ¿qué pasa? -dije mirándola- contame

-No nada -dijo reaccionando- perdón me quede colgada. Si Lali te dijo que está todo bien es porque esta todo bien -dijo asintiendo- bueno ahora sí me voy a terminar los papeles que tengo que hacer

Y así Brenda se fue de mi oficina, me había quedado una sensación algo rara, pero Lali hoy en día ya se veía bien y decidí no hacerme la cabeza.

-¿Cerramos los últimos detalles? -entró Daniela emocionada-

-Empecemos -sonreí-

Así estuvimos hasta casi toda la tarde, arreglamos los últimos detalles del proyecto, como era una presentación para ascender a un puesto de trabajo no iba a ser a la mañana, sino que iba a ser a la tarde y eso me dejaba un poco tranquilo ya que seguro en la noche no podría conciliar el sueño.

Luego de terminar, me dirigí al estacionamiento y emprendí camino a casa, había sido un día agotador, pero llegar a casa y ver a Santi y Lali iba a ser una de las mejores satisfacciones.

Llegué a casa y vi a Santi jugando con la play mientras estaba en el sillón.

-Hola hijito -dije y le di un beso-¿y Lali?

-Me dejó jugar a la play -sonreía- me dijo que tenía que ordenar unas cosas pero que no subiera a la habitación porque no quería que haga lío

-Bueno enano quédate acá que yo la voy a ayudar -dije y deje mis cosas-

Subí a la habitación pero no había nadie, ni en la mía, ni en la de Santi. Hasta que escuche unos ruidos que provenían del baño.

-¿Mi amor? -dije abriendo la puerta- ¿puedo pasa...

Y no terminé a decir la frase que me encontré a Lali tirada en el piso y llorando, los ojos hinchados, la cara roja. No entendía que estaba pasando pero verla así era una imagen.

La niñeraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora