CAPITULO 14

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A pesar de que reiteradas veces le pregunté a Francisco donde se encontraba Fermín, hizo caso omiso, y continuó manejando mientras Irina le sacaba tema de conversación, sin ser de mucha ayuda.

Cuando llegamos a la playa, se acercó a abrirme la puerta.

-No pienso bajar hasta que me digas dónde se metió Fermín.

-Si bajas, te vas a enterar.- Me respondió Francisco, con una leve sonrisa.

Caminamos hasta la playa y nos encontramos con una carpa bastante grande, donde estaban mis sobrinos y Jano mojados, de haberse metido al agua, tomando algo fresco y entre ellos, Fermín. Tenían dos conservadoras, reposeras, toallas, baldes para construir castillos, entre otras cosas.

-Decime... ¿Tanto te costaba decirme que estaba con mis sobrinos y cuñado?

-Decime... ¿Tanto te costaba esperar?-Con tono burlón.

-Soy una persona impaciente, por si no lo notaste, Francisco. Y Liz tampoco me dijo nada.

-Bueno, che, ¿Nos vamos calmando? ¿Hay tanto para reclamar? ¿Qué pasa? No te dijo nada porque nos avisaron a último momento que iban a estar acá. 

-Bueno, pero...

-¿Podes parar de renegar, y disfrutar este hermoso día que el Señor nos da?. Tus sobrinos te estaban esperando, ¿No?- Dice mi cuñado divertido ante la situación.

-¡Siiii!- Contestaron a todo pulmón.

-¿Ves? Disfrutalos.

Fermín, que también se estaba divirtiendo con lo sucedido, se acerca a saludarme.

-¿Qué pasó?

-¿Con qué?

-Pregunto. Porque me dijo Fran que te pusiste nerviosa cuando no me viste en la camioneta.

-No fue nerviosismo. Simplemente...

-Simplemente... ¿Qué?- Se acerca lo suficiente para sentir su aliento a menta de estar comiendo un chicle, rozando mi rostro.

-Simplemente que... pensé que ibas a cumplir con tu palabra de ir.

-Yo no prometí nada.

-Bueno... que se yo.

-¿Por qué te sentís ofendida?-Frunciendo el ceño.

-No me siento ofendida, simplemente...

-¿Es la única palabra que sabes usar o simplemente no sabes qué decir?

En ese momento me di cuenta que me lo estaba tomando todo demasiado a la tremenda, así es que decidí bajar un poco ese malestar, ya que era innecesario... él tenía razón, no me había prometido ir a buscarme. Estaba exagerando.

-¿Sabes qué? Dejemos el tema acá. ¿Cómo estás?

-Muy bien, es un lindo día. ¿Vos cómo estás? 

-Bien.- Dije ensanchando mi sonrisa. 

-Bueno, entonces creo que ahora... que sé que estás bien, podemos sentarnos a tomar algo fresco y... después hacer castillos con los nenes, ¿Qué te parece?

-Me parece genial...

Nos sentamos en la carpa, mientras Fermín nos servía a Iri y a mi algo para beber, Francisco traía un pequeño equipo de música para pasar la tarde. A pesar de lo sucedido, y continuar  un tanto molesta, me sentía muy a gusto, más aún al ver a mis sobrinos correr y jugar con una pelota playera, en la arena. El día estaba hermoso, mucho sol, pero un poquito de viento para poderlo soportar, las olas chocando en la orilla, estaba donde quería en ese momento... tan solo viviendo el instante.

-Mailén, ¿Podés venir un segundo?- Dijo Fermín, sacándome de mis pensamientos.

Me levanté y lo seguí. Caminamos unos metros hasta un bar pequeño. Estaba lleno de gente, con la música alta. Los empleados se veían divertidos, bailando y preparando tragos. Nos acercamos a la barra y una joven rubia se detuvo frente a nosotros.

-Bueno, Mai, te presento. Ella es Felicitas, mi hermana menor.

-Tu favorita, dirás...- Tenía unos ojos verde agua cautivadores, una gran sonrisa y un piercing rosa en la nariz.- Fermín me habló de vos, un gusto.

- Ah, ¿Si?, ¿Qué te dijo de mi?- Me sentí rara. No hacía ni un día que estaba ahí y ya habían hablado de mi.

-Que sos la hermana recién llegada de Liz, ¿Qué más tenes para aportar?

Debo haber hecho un gesto raro al preguntar, porque Felicitas me miró de una forma muy extraña. me puse automáticamente nerviosa.

-Nada... ¿Qué mas tendría para decir? jaja nada mas.. asi que.. ¿Trabajas acá?- Intentando relajar mi voz- ¿Hace mucho?

-Al menos dos años. Mis abuelo me lo heredaron, pero como aún no cumplo los 18 años, Fermín está a cargo de todo.

-¡Excelente! ¿A la noche qué haces?

-Después de las 10, nada... ¿Por?

-Los espero en el bar.- Sonreí y me fui.



FermínWhere stories live. Discover now