Aplícate lo que enseñabas

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Job 4:1-6

Y RESPONDIO Elifaz ...

He aquí, tú enseñabas á muchos, Y las manos flacas corroborabas;

Al que vacilaba, enderezaban tus palabras, Y esforzabas las rodillas que decaían.

Mas ahora que el mal sobre ti ha venido, te es duro; Y cuando ha llegado hasta ti, te turbas.

¿Es este tu temor, tu confianza, Tu esperanza, y la perfección de tus caminos?

Elifaz comienza a hablar, y a pesar de que todos sabemos que los amigos de Job lo hacían de una manera equivocada (al no saber la verdad de la historia completa) algo si tenemos que decir... y es que en estas palabras hay mucha sabiduría. La Biblia nos enseña a escuchar todo, retener lo bueno y desechar lo malo, este es un gran ejemplo.


Elifaz escucha a Job quejarse hasta desear su muerte y comienza su análisis de la situación de Job. Con mucha franqueza diré, que son palabras que nosotros podemos aplicar a nosotros mismos, debido a que todos somos muy buenos en aconsejar, predicar, restaurar y hasta para criticar ...pero ¿Qué pasa cuando nosotros estamos en esa situación? en la situación opuesta, donde somos nosotros los afectados, allí es donde estas palabras dan en el clavo.

Muchas veces Job había ayudado a muchos, sus palabras llenas de sabiduría enderezaban y ayudaban a su prójimo, era el ejemplo de cómo un hombre recto y justo le iría si temía a Dios, pero... ¿Qué pasa cuando el mal llega? y con esto la falta de respuestas y la desconfianza a Dios. Su amigo al oír a Job hablar de esa manera, se molesta y es como si le dijera ¿No eras tú el que hablabas sobre confianza y ahora dudas? ¿No eras tú el que enseñabas el temor a Dios y ahora te escondes en la incredulidad?

Elifaz confronta a Job con sus propias acciones buenas y le dice ¿No era Dios tu confianza? ¿No era la seguridad de tus caminos lo que te sostenía?

Y es que estas palabras nos enseñan a aplicar lo aprendido. Cuando nuestra confianza es Dios, aunque la noche sea muy oscura de seguro amanecerá.

Pero para hablar a favor de Job, es muy fácil decir todo esto, ahora entrar en una situación como la de Job, sin tener un momento de quebranto y de frustración no es fácil.

Al final del día Dios es el único que puede sostenernos, ni siquiera nuestras obras o dichos por más buenos que sean pueden hacerlo.

Los Porqués de un corazón quebrantado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora