De vuelta

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Mi última carta que jugar, decirle que lo quiero pero si él quiere irse no debería evitarlo, todo esto hace que me retumbe mi cabeza.

Guarde unos días de reposo pero detesto estar encerrada en casa aunque mis padres tuvieron cuidados adecuados conmigo y Yuri también verificaba como estaba la agua cuando iba a entrame a darme un baño decidí que ya era tiempo de ir a clases y deseaba en verdad que Miles haya dejado la prórroga que se dio así mismo y volviera a clases solo quería verlo nada más.

  Traté de no recordar aquellos días en el hospital aún guardo un nudo en la garganta que no puedo sacar con nada cada vez que quiero lloro pero aun así me siento triste y es que sin saberlo ni siquiera tuve los cuidados necesarios.

Pero nadie lo sabe nadie debe saberlo. 

Llegué a clases y todos me observaban con detenimiento  se sobresaltaban a ver mi brazo enyesado y se daban cuenta que los rumores no eran ciertos y se llevaban así mismos una decepción.

Las clases fueron tan largas hace tiempo que no las sentía así, mire la silla vacía de Miles mientras me preguntaba en donde podía estar y como se sentirá.

-La presidenta ha decidido salir de la cama - me saludó Chad- Y bien que has decidido 

-No podría yo.....

-Lo se eres algo predecible- interrumpió -por eso hice algo por ti.

¿Qué cosa pudo hacer él por mi? y lo mas importare ¿Por qué lo hace?

-¿De qué hablas?

Se quedó en silencio uno cuantos minutos mientras me miraba detenidamente. Y luego lo escuché.

-¡White! cuantas veces te he dicho que debes relajarte.- esa voz era tan reconocible se quien era.

-Miles - regresé a verlo era él con el semblante de siempre como si no le hubiera pasado nada.

-Mackenzie - levantó una ceja - Tú brazo pero ¿Qué te ha pasado?  -mencionó mientras regresaba a ver a Chad.

-Fui algo torpe eso fue todo - 

-No puedo marcharme unos cuantos días sin que a ti no te suceda nada.

Lo decía mientras movía su cabeza de un lado hacia otro en tono de burla 

-Creí que....

-Si- interrumpió - Chad ¿Puedes irte?

-Yo hubiera querido estar ahí contigo pero......

-Solo cerró sus ojos y por fin estaba en paz no mas cuartos de hospital no mas medicamentos no mas encierros ahora ella está con quien siempre quiso estar.-finalizó con un suspiro mientras miraba al suelo y sus ojos se cristalizaban pero no dejaron caer ni una sola lágrima.

Lo más sorprendente fue que después me regreso a ver con esa sonrisita que lo caracteriza mucho como si quisiera fingir su tristeza.

-¿Y tú? dime tienes mucho que contarme en realidad me gustaría que comenzaras con la historia de tu brazo tengo el presentimiento que sera un gran relato.

"Gran relato" si supiera

-¿Te vas?- le solté no pude aguantarme las ganas de preguntarle .

-Hoy no- pronunció al fin

-Pero si te vas

-Mack yo creo que me gustaría hablar de eso en otro lugar en la cafetería de siempre ¿Que te parece?

-De acuerdo- di media vuelta pero el me detuvo

-Aguarda, sabes siempre quise hacer algo que llamara la atención aquí en clases.

-¿De que hablas?- pregunté pero antes que acabara con mi cuestionamiento se acerco hacia mi y pego su boca contra la mía sin importa nada ni nadie ni quien nos mirara que era el aula entera, fue el beso más largo de mi vida pero uno de los mejores ese beso me dejo jadeando y con un calor inmenso en las mejillas que se han vuelto a colorear de un color rojizo.

-¡Te has puesto tomate !- me susurró mientras se sentaba en su silla y se propondría a tomar los apuntes que le faltaban.

No contesté pero mi silencio le dio la respuesta a él y sobretodo a los del salón todos se quedaron con su boca abierta o plantaron sus ojos como platos pero nadie pronuncio nada creo que la mayoría esperara que marcara mis dedos sobre su mejilla por tremendo atrevimiento pero no lo hice me senté, yo aún aturdida de lo que había pasado hace unos pocos minutos .

........................

Toda la clase no regresé a verlo pero se que él me miraba fijamente a mi y no solo él si no también mis compañeros .

Al finalizar clases salí corriendo de ese lugar creo que muy dentro de mi temía que me juzgara o me molestaran de lo sucedido lo que seria mala idea si querían aún estar vivos .

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Llegué antes eso me pareció la cafetería se ha vuelto nuestro lugar preferido para encontrarnos. Pero aún no sabía que decirle.

No debía decirle la verdad. Yo no podría.

-¿A quién esperas Mack?  - dio un salto de la sorpresa era Arianna.

-Arianna ¿Qué haces tú aquí?

-¡Vamos!  Saliste corriendo como alma que lleva el diablo. Y fue por ese beso si a Audry y a mi nos quedaba dudas de tus sentimientos ahora ya no me queda nada y también a todos los del salón - esbozo una sonrisa - Y debo suponer que esperas a Romeo.

-Arianna solo quiero aclarar las cosas.
-¡Oh no es cierto!- me apuntó con un dedo.

-¿Por qué dices eso?

-Soy fiel creyente a que las personas primero se enamoran y luego tienen relaciones pero creo que contigo pasó diferente. ¡Nunca te ha gustado seguir las reglas Mack! Y debes contarme aún sobre los detalles de ese día.

-¿Qué quieres saber? Cuanto tiempo pasé metida en su cama o los dolores musculares que sentí al otro día.

-¡Ja! Pero vaya que si lo has disfrutado, con razón que te lo tenías tan guardadito -me dio un codazo.

-No, bueno sí, hay no es lo que trato de decir mira tengo que aclarar y hablar de otros temas también.

En ese mismo instante lo vi bajar del segundo piso lo que se me hizo extraño una vez ya lo había visto dirigirse hacia allá y no supo decirme que iba hacer ahí.

-Señoritas creí que íbamos a ser dos pero creo que seremos tres.

-¡Oh no no no no!  Yo ya me iba disfruten su velada pichones - pronunció Arianna mientras salía de la cafetería.

Se sentó enfrente mío y apoyo sus dos codos sobre la mesa ya era hora de aclarar y poner todas las cartas sobre la mesa ya era hora.

-Me voy -dijo - pero no si antes saber el porque de tus acciones.














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