Mi Acosador Favorito

Tormenta y Recuerdos

Empezó a llover y parece que será fuerte de esas que hasta las calles se inundan y crean grandes ríos en el asfalto.

No respondí al principio no me parecía buena idea hacerlo pero él insistió.

-¿Qué ocurre estás triste de que me vaya?

-No es eso...... solo que será diferente pero.... Yo te entiendo debe ser duro para ti.

-Bien cambiaré la pregunta- suspiró-¿Quieres que me vaya?

No claro que no

-Yo....... respeto tú decisión y no diría nada para perjudicarte.

-Entonces me iré - respondió

Sentía que mis ojos empezaban a ponerse nublosos mi cuerpo pesaba detesto la idea de que se vaya no quiero que lo haga pero no puedo decirle, no puedo.

-Tengo que ir a casa, prometí a mi madre llegar temprano. - contesté con cabeza gacha mientras me despedí de Miles, le dí un beso en su mejilla deseando tanto que girará su cabeza y nuestros labios se encontrarán.

Salí bajo nubarrones de lluvia sentía que el agua entraba hasta en mis zapatos ni siquiera me importó el yeso de mi brazo solo la tristeza que llevaba adentro en tan pocos días mi vida ha cambiado y pasó cosas tan dolorosas que me ahogan.

-¿Por qué?  - escuché un grito.

Era él

-¿Qué? - pregunté mientras lo veía acercarse hacía mi.

-¿Por qué siempre tienes que hacer lo que te parece correcto?

-Yo... - alargué

-Escúchame- dijo- ¿Por qué no dejas de decir lo que las demás personas quieren oír?  Porque no simplemente dices lo que en verdad sientes. Porque te esfuerzas en alejarme ¿Qué no entiendes? Si te pierdo a ti, yo ya no podría soportar una pérdida más..... ¡Ya no!

No sabía como responderle sin hacerle daño no podía solo agaché mi cabeza mientras miraba los riachuelos formados por la lluvia dirigirse hacía la alcantarilla.

-Mírame, no quiero irme no quiero dejarte aquí pero tal vez lo haga porque apesar de todo lo que haga tú te empeñaras en mantenerte alejada y duele, no sabes como duele amar a alguien que ni siquiera le importas.

Me oprime mi pecho el sentimiento de culpa a llegado. Miles me importa más de lo que cree.

-Te amo - dijo con voz quebrantada - Te amo desde que eras una niña.

Debía contestarle ya no me importa lo demás.

-Te amo - le dije también con lágrimas en los ojos - Te amo desde que te caíste de la resbaladilla en el jardín de niños.

La lluvia nos tenía empapados de pieza a cabeza pero eso no evitó darnos el beso que quería el que la mayor parte de mi vida paso pensando.

Lo detesto, detesto que me hubiera descubierto. Pero eso no me evita querer tenerlo.

Mi cuerpo no sentía frío sino un calor profundo, besarlo es uno de los mejores placeres de la vida que me podía consedir.

Su respiración aumentaba y la mía también quiero tenerlo cerca y eso me recuerda el día que por primera vez estuvimos juntos.

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*Flashback

Viernes por la noche Hace un poco más de un mes.

-Arianna eso no me queda y aunque me quedara no pienso ponermelo. Esto no es un vestido de cóctel.

-¡Que no!  Te queda perfecto el rojo va contigo además no has escuchado que el color rojo es el color de la pasión.