Respirando amor

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Nada no pude decirle nada, porque los primeros a los que debo preguntar es a mis padres.

En fin no puede ser tan grave ¿O si?

Hoy tengo mucho que hacer el baile se acerca "al baile que no iré" pero tengo que seguir con el plan para que todo se vea perfecto.

-Iluminame porque debes organizar un escenario y un baile donde ni siquiera asistirás- suspiro Audry.

-Porque me comprometí

-No empieces con tus historias de que siempre cumples tus promesas.

Es absurdo, sí , pero creo que aún en el fondo guardo la esperanza de que se retracten.

-¡Chiquillas! - gritó Arianna no puede evitarlo es algo bulliciosa. -Es mi oportunidad.

-¿De que hablas?

-Chad ya no está con Alyssa terminaron.

-¡¿QUÉ?! ¡¿POR QUÉ?!- dijimos al unísono.

-Bueno aún no lo sé pero ya me enteraré esa es mi profesión.

-Stalkear

-La llamo averiguación de asuntos importantes - finalizó mientras se alejaba y saltaba como niña en dulcería.

-No debería ilusionarse, Chad siempre la desilusiona y sigue ahí. - dijo

-Sabes creo que hablaré con él para describirle lo grandiosa que es nuestra Ari.- pronuncié.

-Chad y tú entablando una conversación. -me miró extrañada.

-Si últimamente somos amigos y no lo quiero golpear cuando me suelta alguna de sus bromas, eso es un adelanto ¿No?

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Hago llamada tras otra y Yuri no me contesta necesito hablar con ella y solo escucho la contestadora de su casa.

-Mack ¿Qué ocurre? - se acercó Miles con una sonrisa.

-No encuentro a Yuri.

-No dijiste que te odiaba o bueno que me detestaba a mi. Debería saber ¿Por qué?

-No te detesta bueno tal vez un poco.

Trato de recordar, ese día estaba con una cruda terrible me dolía la cabeza y todas las cobijas cubrían mi cabeza Yuri me traía aspirinas para aliviar el dolor.
Aún teníamos esa relación de grandes amigas.

-Si no hubieras bebido tanto no estarías así Mack

-Mmmmm - gruñí

-Tienes suerte de que tus papás no estén aquí señorita. Y no vas a contarme, tan buena estuvo la fiesta para que no hayas venido a dormir a casa.

No podía guardarle secretos, Yuri siempre me escuchó y yo a ella pero las palabras "me acosté con Miles Tayler" no le agradaron mucho.
Movió su cabeza y me miró con ojos de decepción siguiendo con "millones hombres en el mundo y tuvo que ser él" y finalizó con un "me has decepcionado"

En fin.

-Bueno me detesta no se odia pero me detesta - continuó Miles -¡Que le vamos hacer!

Reí, a él muy poco le importa lo que piense la gente creo que eso fue lo que más me atraía de Miles, sus ojos avellana me electrifican.

-¡Con un demonio!

-¿Qué?

-Nada debo ir a casa la tubería se daño y debo ir a arreglarla.

-¿Te acompaño?  Mejor no, tú papá......

-Sí, a él muy poco le importa, Vamos - continuó agarrandome de la mano.

Su casa, hace mucho tiempo que no estaba aquí y es que a su padre no le agrado y prefiero evitarle un mal gusto.

-Es aquí - grito

Su cocina está hecha un desastre incluso se podría poner una piscina aquí, el agua llega por mis tobillos y la baldosas se hacen cada vez que resbalosas, mientras la tubería desparrama agua por todos lados.

-¡Aquí cierrala aquí! - señalé mientras mi rostro se empapaba con el agua fría.

Cerró la llave de paso pero habíamos quedado muy mojados como esa vez en la lluvia.

-Ponte esta, es mía pero para que no te de frío - me estiró una camiseta de algodón.

Puse mis manos sobre mi blusa mojada para poder quitarmela pero Miles me veía esperando a que de el siguiente paso para poder seguir observando.

-Creo que- aclaré la garganta -Deberías voltearte

-¿Es enserio?

-Muy enserio

-Bien- dijo Miles mientras con un movimiento brusco se quito su camiseta dejando a la vista su abdomen.

-¿Qué..... haces?  Por.... Yo.... Tú.... Mmmm.

-¿Qué? Yo también me quiero cambiar.- dio un paso hacia mi -¿No te da frío?

-Creo que en este momento estoy empezando a sentir calor. - susurré rozando sus labios.

Los dos sonreír y nos besamos un beso cálido y despacio pero conforme pasaba empezaba a subir la magnitud y fuerza donde abrí paso a su lengua y él a la mía no había que ser adivinos para saber que él me deseaba tanto como yo a él.

Mi blusa mojada cayó a un lado de la habitación mientras yo colocaba mis manos en la ebilla de su cinturón en un movimiento rápido el pantalón había caído por sus piernas y estábamos así en ropa interior queriéndonos volver a ser uno solo como aquel día pero hoy no había tragos de por medio ni una fiesta solo éramos nosotros dos.

Caímos los dos encima del colchón mientras nos mirábamos profundamente  él hacía una línea con su dedo en mi abdomen y acariciaba mi frente.

- No me despreciaras y me dirás imbécil después de esto.

-No -le dije agarrando su rostro acercándolo hacia mi boca.

Sus besos bajaron por todo mi cuello y en mis pechos sentía escalofríos.
No acabamos de desvestirnos el uno al otro hasta que quedo solo la piel tocándose y rosándose el uno con el otro.
En un suave movimiento lo sentí dentro de mi, mientras clavaba mis uñas en su espalda y lo besaba como si nunca nos hubiéramos besado una y otra vez deseando que este momento jamás se termine.

Nos acurrucamos hasta quedarnos dormidos, debimos estar muy cansados pues cuando desperté ya era las diez de la noche.

Fui por algo de agua al baño pero me dio curiosidad di la vuelta y ahí estaba la habitación del hermano Miles, no habían sacado nada de su habitación tal vez todo está como estaba antes de que él muriera, me disponía a salir pero hubo algo que me llamó la atención las siglas CPE escrito en un maletero.

-¿Se le perdió algo señorita White? 

Edmund Tayler















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