“¿Como te sientes?”
Escuchaba esa pregunta salir de la boca de mi padre todas las mañanas desde aquel trágico 13 de abril. Asentí cabizbaja, dando a entender que todo estaba bien y seguí masticando mi pan tostado.
La única voz que se escuchaba era la de Walden. El sujeto estaba sumamente emocionado y una parte de mi le asustaba escuchar sus palabras.
Walden era mi entrenador, en sus gloriosos años también fue una figura reconocida del patinaje sobre hielo. Pero sobre todo era parte de mi familia, hermano de mi padre y uno más de los que habitaban de esta casa. Si no fuera por él mi hogar sería invadida constantemente por un tétrico silencio. Mi padre era un hombre de pocas palabras, adicto a su trabajo y amante de la soledad. Walden siempre lograba ser mi mejor compañía aquí dentro.
Observé la pantalla de mi teléfono celular iluminarse atrayendo la atención de todos en la mesa. Estaba a punto de responder al llamado cuando la voz rígida de mi padre me interrumpió.
- ¿Que te he dicho sobre ese aparato? Estamos en familia _________, no quiero escuchar ese molesto sonido – Movió su mano en el aire demostrando irritación. Lo tome rápido y lo coloque en modo silencio, sin siquiera detenerme a observar quien llamaba.
Walden poso su vista en el brillante reloj de plata que adornaba su muñeca – Súper estrella, ya son las diez. Deberíamos irnos.
Los sábados mi entrenamiento era aún mas temprano, ya que no tenía que asistir a la Universidad. Les dedique una sonrisa a ambos mientras juntaba lo que había ensuciado y corrí escaleras arriba hasta llegar a mi habitación.
Moví los ganchos en el tubo del closet en busca de mi atuendo. Coloque una calza negra sobre mis piernas, un suéter gris y en mis pies tenía mis vans rojas. Até mi cabello en un irregular moño y guarde todo lo necesario en mi bolso. Una vez lista salí de la habitación en busca de Walden y juntos nos dirigimos hacia la pista.
(...)
Ejecute una rotación, aterrice sobre un pie patinando hacia atrás. Escuchaba las palabras de Walden invadir mi mente. Obsesionado por la perfección, hasta el mas mínimo error lograba sacarlo de sus casillas. Era algo con lo que ya había aprendido a convivir y era uno de sus defectos que no lograba enojarme. También deseaba llegar a las nacionales, tanto como él, sabía que solo estaba buscando que mis trucos salieran lo mejor posible. Respire profundo mientras volvía a repetir el salto. Esta vez lo escuche aplaudir con satisfacción y le dedique una brillante sonrisa cuando llegue a su lado.
- Súper estrella, los saltos son los que mas contribuyen en la puntuación técnica. Si te distraes, solo logras que no luzcan bien – Me lanzo una botella con agua y continuo con su sermón – Debes demostrar el ciento diez por ciento de ti en la pista.
- Lo sé, es solo que ya llevamos tres horas practicando la misma rutina. El cansancio comienza a hacer efecto en mí.
- Te entiendo, haremos esto. Lo practicaremos una vez mas y luego te daré el resto de la tarde libre – Un trato lo bastante justo. Estreche su mano cerrando el pacto y puse nuevamente mis patines en el hielo.
(...)
Perdida en la lectura. Sumergida en la magia de los libros, ida por completo de lo que me rodeaba. Fui traída a la realidad cuando dieron tres golpes a la puerta principal.
Con pesadez levante mi cuerpo del sofá, aún con lo que había leído revoloteando en mi mente.
- ¿Se te perdió algo? – Le dedique una falsa sonrisa al chico que se encontraba apoyado en el umbral de la puerta.
- Oh vamos. ¿Así piensas recibir a tu mejor amigo? – Se adentro en la casa, aún sin mi permiso y continuo caminando hasta la cocina.
- En media hora tengo el entrenamiento. ¿Quieres ir? – Pregunto mientras tomaba la jarra con jugo de naranja de la heladera.
- Tengo la tarde libre. ¿De verdad piensa que me la quiero pasar encerrada en la pista?
- Podrías acompañarme y luego te invito a tomar unas cervezas.
- Cal, no estoy de ánimos – Me queje con los brazos cruzados.
- Niña, no seas amargada. Disfrutemos la vida – Me grito mientras colocaba ambas manos sobre mis hombros y me sacudía cual bolsa de papas.
- Esta bien, esta bien. Solo evita volver a sacudirme – Respondí acomodando mi suéter.
- Genial. ¿Te parece si también pasamos a buscar a Julianne? – Y ahí estaba la razón por la cual quería que fuera. Le dedique una sonrisa divertida y camine hacía mi habitación.
Cambie mi ropa casual por un pantalón negro, una blusa blanca por debajo de mi chaqueta de jean y mis convers blancas. Mientras bajaba nuevamente las escaleras le envié un mensaje de texto a mi mejor amiga.
“Calum quiere que lo acompañe a su practica con el equipo de hockey. ¿Podrías ir conmigo? Por favor, sabes que odio esperar sola.”
Pasaron unos minutos cuando mi celular sonó y leí la respuesta.
“Esta bien, solo iré porque hay chicos lindos. Pueden pasar a buscarme cuando quieran.”
Y sí que tenía razón. En el equipo de hockey reinaba la belleza. Comenzando por aquel chico de ojos azules. Luke Hemmings lograba atraerme de una manera increíble.
..........
Espero les guste <3
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Cold as ice [Ashton Irwin] (TERMINADA)
Fiksi Penggemar“Antes muerta que despertar enredada en tus sabanas, Irwin” – Dijo ella fría y con una leve mueca de asco en su rostro. “Deberías ser mas atrevida, princesita. Ya sabes, dejar salir tu lado ardiente.” – Él mantenía su mirada coqueta y en sus labios...