Cada noche en el mundo humano yo me transportaba por medio de mis sueños a un lugar que yo había creado, con la guía de Shina, ayudándome a controlar mis habilidades de creación espiritual, un lugar solo para mi, este lugar era pacifico, muy extenso, cercado con cerros y montañas de rocas coloridas y abundante follaje verde, también había 3 lagos; uno era negro, representaba toda la oscuridad que había en mi, no era muy grande pero siempre estaba hay, el segundo tenia agua color azul turquesa muy cristalina, donde se podían ver muchísimos peces coloridos, una enorme cascada bajaba de uno de los cerros, detrás de esta había una cueva con suficiente luz para poder entrenar, junto a este lago había otro con agua color azul profundo, estos 2 lagos estaban unidos por medio de un túnel subacuatico hecho de rocas, creando un puente entre los dos lagos dividiendo sus aguas, al la orilla del lago azul había un gran árbol, con el tronco fuerte y ancho, con muchísimo follaje verde brillante, este árbol era especial, por que podía proporcionarme cualquier fruta que yo deseara, sus raíces llegaban hasta lo mas profundo del lago y se podían ver, también sus raíces llegaban a un estanque congelado tan profundo que no se le veía el fin, aun que yo sabia que si lo tenia, este estanque guardaba mis mayores tesoros.
Había mucho mas a donde ir en este lugar, tan extenso como yo quisiera, pero detrás de los cerros que rodeaban estos lagos no había nada mas que campos enormes de pasto de distintos verdes, no iba mucho allá, me gustaba mas estar cerca del agua, el cielo de este mundo era de un tono rosa, lila y azul, como cuando comienza el ocaso, en las noches se podía ver una enorme luna plateada y millones de estrellas, debe de haber algún lugar en ese mundo que fuera lo suficientemente frió para lograr ver una aurora de muchos colores, era hermoso.
Amaba este lugar, pero poco a poco fue cambiando, aun que conservaba su esencia original, con los 3 lagos, el gran árbol y el estanque, curiosamente nunca le puse un nombre a este mundo, aun que yo lo llamaba mi mundo, mi hermano lo llamaba El Lago.
Aquí en este bello lugar, me sentina protegida, y probablemente era uno de los lugares mas seguros para mi, pronto sabrán por que, espero lleguen a amar este mundo, El Lago, tanto como yo lo amo.
En este escenario comenzaron mis entrenamientos dirigidos por mi hermano, no fueron tan fáciles como yo creí...
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Memorias de una chica extraña
FantasyPam nos relata sus memorias, de mundos que creímos que no existían, Itacho, Krad, Katzuhiro y Shina la acompañan en sus múltiples aventuras... pero no todo es tan bello, se dará cuenta que entre mas fuerte se hace mas peligros la acechan... Poco a...