Aprende a Caminar Antes Que Volar

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Ya habían pasado unos días desde que fuimos al castillo abandonado, aprendí a volar con esas nuevas alas, y Katzuhiro me había enseñado a  usar la katana blanca, estaba sobre volando el Lago cuando mi hermano apareció entre una neblina negra, rápidamente fui hasta el y lo abrace muy feliz, el correspondió mi abrazo y dijo que continuaríamos entrenando, iniciamos con una pelea, y sentí que tendría la ventaja por mi nueva habilidad, pero a el no le agrado, pues esquivaba todos sus ataques...

-y a si te la pasaras siempre?  huyendo?!?!

lo comprendí de inmediato, no lo había atacado ni una sola vez, solo había huido de sus ataques, así que baje frente a el y desenfunde mi nueva katana

-mmm interesante hermanita, has aprendido a usarla?

-si, pero solo un poco...

-las espadas no siempre sonsuficiente 

El desenfundo una espada de metal negro y me ataco inmediatamente, esta vez no esquive su ataque solo detuve el golpe con mi propia katana, el choque de espadas hizo que el lago retumbara, era mucha energía la que se utilizaba, chocábamos las espadas intentando llegar a alguna parte del cuerpo del otro, pero ni el ni yo lográbamos herirnos, hasta que hizo un movimiento tan rápido que ni lo note, solo hasta ver el resultado... mi ala derecha había sido rebanada a la mitad verticalmente, junto con un mechón de mi cabello...

-upsz -dijo mi hermano que se veía complacido- lastima no podrás volar mas... ya no huirás de nada hermanita, debes enfrentar todo lo que viene a ti!!!

Con esas palabras levanto su espada y luego la dejo caer sobre mi, cerré los ojos por el miedo pero la hoja de la espada nunca llego a mi...

-instinto de supervivencia -dijo mi hermano, su espada fue  detenida con una capa de cristal transparente y rosáceo, separo su espada del cristal el cual se disolvió en diminutos brillantes

-que fue eso?

-no lo sabes? lo has hecho tu hermanita, creo que tu estilo de lucha es mas defensiva,  hay que cambiar eso, habrá momentos en que no estaré para cuidarte y debes atacar, para no vivir huyendo...

Mientras el me decía estas palabras mi ala rota se regenero, Itacho hizo un mohín con la boca y me abrazo poniendo una de sus manos en mi cabeza haciendo que la recargara en su pecho y su otra mano la puso en el nacimiento de mis alas...

-Te quitare esto por un tiempo, debes primero aprender a caminar antes que volar, es necesario hermanita, solo así te harás mas fuerte

Vi de reojo mis alas desaparecer, o mas bien ser absorbidas por su mano, cerré los ojos, estaba molesta y triste, Itacho beso mi frente y no dejo de abrazarme en un buen rato.


Se hacia de noche la luna y las estrellas comenzaban a reflejarse en el lago azul, habíamos entrenado todo el día, me enseño movimientos con la espada y descubrimos que era buena con ese tipo de armas, cuchillos, espadas, katanas, shurikens, todas esas armas me las dio mi hermano para poder protegerme, algo me decía que pronto tendría que decirle adiós, esa palabra, la detesto tanto, ojala no tenga que decirla nunca...

Marqué cada nueva arma con un punto de mi sangre, Shina me había enseñado a invocar cosas que tuvieran mi sangre así no tendría que cargar las armas todo el tiempo, solo estiraría mi brazo y aparecerían en mi mano... el poder de la mente es mas fuerte que una espada, me había dicho Katzuhiro, todas las armas las guarde en el estanque congelado así nadie mas podría tenerlas y si yo lo deseaba o dejaba de usarlas regresarían a su lugar entre las raíces del gran árbol, estaba saliendo del tanque para volverlo a congelar cuando escuche a mi hermano decir...

-Hermanita, es hora de dormir, lo has hecho muy bien...

Termine de sellar el estanque, donde guardaba mis tesoros, luego fui a mi hermano, nos acurrucamos al pie del gran árbol, observe las estrellas un rato y después me quede dormida.

Memorias de una chica extrañaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora