Memorias de una chica extraña

Despedidas Que Duelen

-Tu oscuridad comienza a crecer -Esa voz... grave... profunda...
-Lo se -Itacho hablaba con él, pero quien era él?
-Llegara un momento en que no podrás controlarla, y cuando llegue ese día, no lograras distinguir de amigo, enemigo... o hermana...
-No quiero hacerle daño- Todo es oscuro, no logro verlos, pero sus voces... tan claras...
-Ven conmigo, y no la dañaras nunca-
-Ella aun no esta lista para cuidarse sola, mi trabajo es protegerla!-
-Se ha librado de Credo sin tu ayuda, ahora en este momento, tu eres lo mas peligroso para ella, tu oscuridad consumirá su luz, eso deseas?-
-No!! Nunca desearía que su luz se apagara!-
-Entonces despídete y desaparece de su vida... es por su bien-
-Por que me pides esto? es mi hermana, no podría estar lejos de ella-
-Entonces no te arrepientas de lo que pueda pasarle a Pam, pero se que tarde o temprano te alejaras de ella, aun que no vengas a mi...

Mi corazón late con fuerza y rapidez, me eh despertado de un sueño extraño, por alguna razón no lo recuerdo con claridad, pero el presentimiento que aprisiona mi pecho me pone alerta, aun no ha amanecido, el lago esta tranquilo... Itacho no se encuentra a mi lado como de costumbre, seguro fue a entrenar, a cazar o a lo que sea que haga cuando no esta aquí, me siento recargada en el tronco del gran árbol, trato de recordar el sueño que acabo de tener, pero solo recuerdo la oscuridad, mi hermano hablando y... esa voz, grave, quien era?, de que hablaban?

-Estas despierta!- Itacho ah llegado de no se donde- no es común en ti, que te ha despertado?
-creo que un mal sueño- contesto sin mucha seguridad
-De que iba tu sueño?
-No lo recuerdo...
-Tal vez sea mejor así, ven que eh traído comida humana jajajaja

Comemos un par de hamburguesas que ha traído, están deliciosas, poco a poco olvido el mal sueño, o mas bien, le dejo de dar importancia, por que el presentimiento aun aprisiona mi pecho, algo va a pasar, pero que??

Los días transcurrieron normalmente, entrenábamos, jugábamos, nos hacíamos cada vez mas cercanos.
Hacia experimentos con mis habilidades, en ese tiempo cree unos pequeños frascos de cristal sellados con corchitos, tenían la peculiaridad de que su contenido se multiplicara infinitamente, solo bastaba con una gota o un trocito de lo que se quisiera multiplicar, quise probarlos y le pedí a mi hermano que me regalara una gota de su sangre, el acepto y mi experimento funciono, una sola gota fue necesaria para llenar a tope el pequeño frasco, bebí de el -deliciosa- y no se terminaba, la sangre de Itacho me parecía una droga, mi cuerpo la necesitaba, me hacia mas fuerte pero no quería seguir mordiéndolo, así que ahora tenia reservas ilimitadas, estaba feliz, pero aun tenia ese mal presentimiento, disfrutaba estar con mi hermano, no quería perderlo.

Una tarde, mientras entrenábamos, llego un momento en que se hizo mas intensa la pelea, lleve mis habilidades al máximo, en el lago había nieve, cristales y partes congeladas por los ataques que le lanzaba, nuestras espadas chocaban la una contra la otra, comenzaba a agotarme, y en un parpadeo vi su aura cambiar, de la habitual aura color vino que tenia, se oscureció casi hasta el negro, eso me distrajo y uno de sus ataques me golpeo justo en el pecho, lanzándome hacia las rocas de la cascada, el impacto me sofoco y caí dentro del lago cristalino, perdí la conciencia...

-Pam? Pam!! Me escuchas?!- mi hermano me gritaba desesperado, tosí un poco de agua alojada en mi garganta...
-Si... te... escucho...
-Perdóname por favor, no era mi intención lastimarte...
-Estoy bien hermano- Acaricie su mejilla intentando tranquilizarlo, estaba mojado, seguramente se metió al lago para sacarme...

Estuve débil los siguientes días, no sabia que me había lanzado, solo recuerdo una bola de humo negro acercarse a mi a  gran velocidad, no hablamos de eso yo no quería hacerlo sentir mal... ademas, por alguna razón sentía que ese incidente tenia relación con el sueño de hacia ya varias semanas.

Itacho poco a poco se alejo de mi, ya no entrenábamos, yo aun practicaba con mis nuevas alas de sangre; eran ligeras, rápidas y fuertes, fáciles de usar, me encantaban. Rápidamente me adapte a ellas, pero mi hermano se comportaba extraño, un día dijo que saldría por unas horas, algo tramaba, pero no me preocupe, hasta que llego en la noche muy serio...

-Hermanita, debo irme...
-Adonde iremos?
-No hermanita, solo yo me iré, lejos de ti, es lo mejor...
-Que?? no hermano por favor no me dejes, yo no podría estar sin ti...

Me abrazo apretándome a su cuerpo jugando con mi cabello

-Sabes, hermanita, te amo... y no quiero que nada te lastime, es mejor que me vaya ahora antes de que te haga mas daño...
-Me hace daño que me dejes, por favor hermano no te vayas...

Posó su dedo indice en mis labios silenciando mis suplicas, gotas saladas brotaban de mis ojos y mojaban mis mejillas, el estaba serio, pero sentía su dolor al dejarme, acuno mi cara con sus manos...

-No permitas que nadie te diga que eres inferior a ellos, tu tienes un poder que aun no conoces, eres incluso aun mas fuerte que yo, hermanita, nunca olvides que te amo, tal vez nos veamos de nuevo, en esta vida o en otra, somos espíritus libres y reencarnamos, algún día aprenderás de eso, conocerás o recordaras tus vidas pasadas, y te darás cuenta de lo que eres capaz de hacer, tu  eres mucho mas que una simple humana, solo es cuestión de tiempo que descubras lo que eres, pero mas importante hermanita... tu eres PAMELA, no me olvides, yo nunca te olvidare...

Beso mi frente me soltó se dio al vuelta abrió un portal y lo atravesó corriendo, yo no soporte perderlo; corrí tras de el, entramos a un bosque, era de noche tenia miedo pero lo seguí sin detenerme él era demasiado rápido así que volé pero no lo alcance, de pronto ya no lo vi... lo había perdido... me desplome en el piso de aquel extraño bosque y llore...

HERMANO!!!