Entrenamiento

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    Despues de conocer que mi nuevo hermano Itacho era una persona como yo, el se ofrecio... bueno en realidad le pedi que me enseñara a controlar mis habilidades y a hacerme mas fuerte, el acepto a regañadientes, así que cada noche me transportaba al lago de mis sueños, ok nunca entendí como el había encontrado mi mundo pero en fin,el siempre estaba ahí dispuesto a enseñarme a defenderme, de lo que sea que el me protegía. 

Como entrenas algo que no es físico?

-Mentalmente, espiritualmente, emocionalmente- respondió mi hermano, ok no sabia a lo que se refería, en esa época que lo conocí era una niña llorona y caprichosa... bueno aun soy llorona y caprichosa jajaja un rasgo de personalidad dijo mi hermano.
Bien aun no sabia como entrenar, pero el ya lo estaba haciendo, como me encariñe rápidamente de el no podía dejar de hablarle siempre que tenia oportunidad, para mi era mas una necesidad, y como mi vida humana nunca fue muy bonita socialmente, me deprimía con facilidad y me lamentaba de mi misma como decía Itacho, su manera de hacerme fuerte emocional y mentalmente fue... ignorándome, si yo estaba deprimida el desaparecía, y así paso un tiempo hasta que aprendí a no sentir lastima por mi... me hice menos egoísta, (aun estoy en proceso jajaja) pero pensaba mas en los demás que en mi, quería que todos a mi alrededor fueran felices a costa de mi propia felicidad, mi hermano me enseño que debía ser equilibrada en ese aspecto.

Un día me dijo algo que marco mi vida... Si no estas bien tu, no puedes ayudar a nadie, tenia razón... de esa manera me hice un poco egoísta sin perder la atención totalmente de mi entorno, pero siempre me preocupaba primero por mi... 

Muy bien, emocionalmente estaba progresando, pero como dominaría mi mente y mi espíritu?

-Domina tus sueños- dijo Itacho -no es fácil, pero si muy útil cuando lo consigues-

Como? 

-Practica la meditación, concéntrate en lo que deseas soñar, visualiza ese mundo, tu lago, intenta ir ahí conscientemente-

No fue nada fácil, tarde varios meses en lograrlo, cada noche meditaba y me esforzaba por ir a mi mundo, El Lago, hasta que una noche lo logre, estar en ese hermoso lugar que había creado, una parte de mi creía que ese lugar estaba solo en mi mente, otra parte sabia que existía en alguna parte del universo, toque todo lo que estaba a mi alcance, detecte todos los aromas de ese lugar, el agua, las plantas, incluso mis frutas favoritas como el durazno, la manzana, el mango, la sandia, y muchas otras procedentes del gran árbol, mi hermano también estaba ahí, me sorprendí al verlo.

-felicidades, lo has logrado, ahora veamos que tan fuerte eres-

No lo entendí hasta que comenzó a atacarme, no como yo lo había visto luchar, solo lo hacia para analizar mis reflejos, mi fuerza, y mis habilidades de combate en general, yo había estudiado artes marciales y defensa personal por 10 años, aun recordaba un poco así que no fue difícil esquivarlo, pero no me atreví a atacarlo, cuando la intensidad de su pelea aumento, de sus manos salio un aura color vino oscuro, casi como el negro, esa aura me debilitaba cuando se acercaba a mi, el se veía mas fuerte cuando eso pasaba, no lo entendía pero trataba de alejarme de sus manos, era difícil, era muy rápido y en momentos desaparecía de mi vista para aparecer detrás de mi, recibí muchos golpes, pero ninguno dañino, -sus manos- pensé -eso es lo que hizo con la serpiente, la debilito para alejarla de mi- hubo un momento en que ya no pude mas, y caí al suelo, el se detuvo y solo sonrió.

-no sera tan difícil como creí, hermanita, tienes nociones de combate... ¡por que nadie me lo había dicho antes?- esa ultima pregunta era mas para si que para mi, y no conteste, estaba agotada, fui al lago azul y bebí de sus aguas, rápidamente me sentí revitalizada y me levante sonriendo, lo vi de frente y le sonreí aun mas, -muéstrame como haces eso de las manos-

El rió, y se acerco a mi me rodeo con sus brazos y me acerco a su cuerpo, me abrazó con una gran ternura, mientras jugueteaba con mi cabello, me sentí protegida y muy feliz, no quería que ese momento terminara, luego susurro: -Te Amo Hermanita-  yo inmediatamente me sonroje y no supe que decir, solo en mi mente dije  -Te Amo Hermano-.

Yo quería seguir aprendiendo, pero el me dijo que no intentara correr sin antes gatear, que me enseñaría poco a poco y subiríamos de nivel, algo me decía que jamas lograría estar a su nivel, por lo menos no al mismo tiempo, me siguió enseñando esa noche, hasta que el cielo de mi mundo se fue tornando oscuro lleno de estrellas y una enorme luna plateada.

-ya es hora de ir al mundo humano, estamos a punto de despertar- dijo el.

te veré mañana?

-cada noche estaré aquí para seguir enseñándote, siento que no tardara mucho para que puedas defenderte sola-

cuando eso suceda... te iras?

-en algún momento nuestros caminos seguirán cada uno un curso diferente, pero no olvides-
se acerco a mi me abrazo de nuevo enredando su mano entre mi cabello y susurro a mi oído, -Siempre voy a Amarte Hermanita-

No pude responder, desperté, sentía mi cuerpo como un enorme moretón, incluso pude notar algunos golpes en mi cuerpo, ya no me parecía extraño, desde los 13 años despertaba con heridas de arañazos, mordidas y moretones, pero aun con tanto cansancio debía ir a la escuela, no me iba a permitir bajar de calificaciones, ademas, podría chatear con el.

Memorias de una chica extrañaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora