I Think I'm Crazy (2º Parte "Must Be Crazy")

Capítulo 39

*Redoble de tambores* ¡TACHAAAÁN!

Mother Of God, ¡LO SIENTO MUCHO POR TARDAR TANTO! D: Me merezco lo peor de este mundo por el parón que he tenido TwT 

Han sido unos meses moviditos, en los que la inspiración se cogió unas vacaciones bastantes largas, y tampoco he tenido tiempo para sentarme delante del ordenador a escribir. Siempre que lo hacía intentaba hacer algo, pero no me gustaba y lo terminaba borrando. 

3 meses después volví con este capítulo (no es muy largo, pero merece la pena para que me odiéis y esperéis con ganas el siguiente ^^) El parón lo he notado en mi forma de escribir, no sintiéndome tan cómoda como antes, así que si hay errores y cosas que no tienen sentido, ¡os pido mil perdones! TTwTT

12K... ¡WOW! Nunca creí que la historia llegaría a esta cifra tan grande... Aunque bueno, teniendo a personas como vosotros, que me habéis apoyado mucho, me habéis escrito preocupándoos por mi, y esperando mil años por esto... Puuufff~ No puedo pedir más :3 SOIS LOS MEJORES! ♡♡

Espero tener pronto el siguiente. La semana que viene la tengo ocupada hasta arriba, así que como mínimo hasta dentro de 2 semanas no voy a poder publicar nada D:

Y dicho todo esto, os voy a dejar la canción del capítulo y os dejo leer de una vez :D

~♡♡♡~ 

[MIKA P.O.V]

Al día siguiente

¿Por qué soy tan idiota?

Ahí seguía aún, de pie frente a aquel espejo en el que tantas veces me habría encantado verme reflejada en mi adolescencia, como a toda persona normal con una vida normal... Pero mi vida nos es que hubiera sido normal; digamos que me independicé demasiado joven.

Soy Iwaizumi Mika, mi vida nunca ha podido ser normal; aunque tampoco había motivo para quejarse de ello.

Al final había conseguido mi propósito en la vida. Al fin era una bailarina profesional, vivía en una buena ciudad, tenía gente a mi lado que me apoyaba, personas desconocidas que me daban ánimos... Aunque aún tenía una espinita que llevaba tiempo clavada en mi corazón.

¿Por qué ahora me sentía así? Me alegraba muchísimo de volver a verle, y saber que el sentimiento era mutuo... Pero no era capaz de hacer nada.

No sabía que hacer, no sabía como actuar. Él es muy famoso, con decenas de chicas en busca de su pista, no tendría tiempo para nada, y menos para mi... al igual que yo tampoco lo tendría para él; y la distancia era otro inconveniente bastante importante.

Londres y Nueva York no es que estuvieran muy cerca.

Suspiré, volviendo a ponerme bien los pliegues del jersey de punto color crema que llevaba, con unos vaqueros oscuros, y unas botas negras de cordones que llegaban hasta el tobillo, que me pondría en la entrada

-Vamos allá- me di coraje una vez más ante el espejo antes de salir por la puerta de la habitación y bajar las escaleras.

Me puse el abrigo verdoso que llevaba la noche anterior, la bufanda, y salí al frío invernal de aquella calle tan especial. La estampa era preciosa, con todo ese blanco en el asfalto, y el azul del cielo de aquel día.