I Think I'm Crazy (2º Parte "Must Be Crazy")

Capítulo 32

Hola~

Son casi las 3AM, y aquí estoy, publicando un capítulo que prometí, pero que también publico tan tarde porque siendo ya 22 de Diciembre, el cumpleaños de nuestro querido Kageyama Tobio, tenía que hacerlo por ser un día especial, ya que no iba a poder en otro momento ><

El siguiente estará o el domingo o para la semana que viene... Así que espero no tardar mucho ^^

Muchísimas gracias por los votos, los comentarios y demás ♡

Coged los pañuelos, porque os va a hacer falta D: No es tan largo como los otros capítulos, pero seguro que llorareis, y más si le ponéis las BSO que le he puesto para escribir xDD

~♡♡♡~  

[MIKA P.O.V]

Unas horas antes

-¡Hasta mañana, onne-san!

-¡Adiós!

El grupo de niñas a las que le daba clases casi todas las tardes me trataban como si fuera una hermana mayor para ellas, algo que a mi me resultaba muy adorable, porque nunca había tenido la oportunidad de tener una hermana menor, por lo que era una bonita sensación.

Al principio cuando me ofrecieron este trabajo, sentí verdadero temor, porque además de ser mi primer trabajo, era la primera vez que tenía que enfrentar a niñas pequeñas por mi cuenta. Con el paso del tiempo le he ido cogiendo cariño a este trabajo, y es muy gratificante ver como van mejorando en sus habilidades, y como cada vez se toman más en serio esto. Al principio no es fácil, pero si realmente te gusta, das todo tu ser por ello... Incluso aunque tengas que dejar atrás muchas cosas.

Yo lo hice, y aunque no me arrepiento de la decisión que tomé, hay muchas veces que extraño lo que es dejarse la piel todos los días por ganarte un nombre.

Me puse manos a la obra a recoger todos los trastos que las niñas habían dejado por medio, hasta que llamaron a la puerta de la sala. Esperaba encontrarme con una de esas pequeñas, la que se le habría olvidado algo... Pero no, no era ninguna de ellas.

-¡Maya!- le sonreí a mi amiga de baja estatura y pelo rosado- ¿Qué haces por aquí?

-Hola Mika- se abalanzó sobre mi, dándome un fuerte abrazo.

No sabía a que venía tanto entusiasmo si no hacía demasiado tiempo que nos habíamos visto; aunque al separarme de ella y ver su seria expresión, algo me decía que no traía buenas noticias.

Mi expresión de felicidad también cambió por una de preocupación.

-¿Qué pasa? ¿Ocurre algo?

Maya suspiró cerrando los ojos, y agarrándome de las manos me llevó a uno de los bancos de la sala de baile para sentarnos. La pelirrosa seguía sin decir una palabra agarrando mis manos con cierto nerviosismo, y eso me estaba poniendo aún peor.

¿Le habría pasado algo a alguien?

-Maya, me estás asustando... ¿qué pasa?

-Tengo que pedirte un favor.