I Think I'm Crazy (2º Parte "Must Be Crazy")

Capítulo 33

Hey hey hey~ (Imaginaos esto con la voz de Bokuto... ¿A qué ahora mola más? :D)

¡Feliz Navidad atrasada! Iba a publicar ayer, pero tuve que hacer cosas y al final no tuve tiempo... Pero bueno, espero que me perdonéis por un día xDDD

¡YA HEMOS LLEGADO A LOS 7K! (Va un poco más de los 7K, pero bueno xDDD ¡Mejor aún!)

Este capítulo no tiene mucho diálogo, es más descriptivo que otra cosa, pero seguro que os gustará, al igual que llorareis (??) no diré de que... :3

¡Muchísimas gracias por todo! Los votos, los comentarios tan bonitos, las lecturas... ¡TODO! Estoy súper emocionada, pero triste, porque en realidad no quiero que este fic acabe... Pero tiene que hacerlo ><

Aunque aún os queda un poco jajajajaja xDDDD

No sé si seré capaz de publicar otro capítulo antes de que acabe el año, así que por si acaso... ¡Feliz Año Nuevo! Pasadlo bien las fiestas, y disfrutad a lo grande ^^

(Os recomiendo escucharla en bucle desde el P.O.V de Kageyama)

Y dicho todo, aquí os dejo ya con el capítulo :3

Disfrutadlo~

~♡♡♡~  

[MIKA P.O.V]

Noche del 25 de Diciembre

-Voy a echarte de menos hoy, lo sabes, ¿no?

Escuché su suave risa al otro lado de la línea telefónica mientras iba caminando de camino a casa con el ambiente navideño que se respiraba en las calles.

Hoy era 25 de Diciembre, Navidad. Un día muy especial, para pasarlo con tus seres queridos, la persona a la que amas, o las personas especiales. Por suerte para mi, todos entraban en ese saco, porque mis mejores amigos eran también como mi familia, y eran muy especiales en mi vida.

-Yo también te voy a echar de menos, princesa- suspiró- Me hubiera encantado que hubieras venido conmigo...

Solté una pequeña risa.

-Llevamos casi 2 meses, ¿ya quieres presentarme a tu familia? Pienso que aún es pronto...

-Lo sé, lo sé... Por eso no te dije nada. Hay que ir poco a poco...

-En eso estoy de acuerdo- cada vez que hablaba con él, la sonrisa aparecía en mi cara- Primero hay que prepararse mentalmente.

-Claro, y luego nos casamos.

Noté como el aire desaparecía de mis pulmones, y el corazón se me paraba.

¿Qué había dicho? ¿Casarme? Pero... ¿Qué?

-¿...Qué?- la pregunta fue casi inaudible.

Una sonora risa al otro lado de la línea telefónica hizo que el aire volviera a mis pulmones, y siguiera andando, ya que aquello hizo que parara sobre mis pies.

-He podido imaginarme perfectamente tu cara- comentó entre risas.

-¡KEIJI!- siguió riendo