I'll Be Good

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"¿Por qué ese mal hábito de jugar cuando no te sabes las reglas? Ese mal hábito de apostar cuando sabes que llevas las de perder. No se, si es tontería o exceso de fantasía, de todos modos ninguna de las dos lleva a un buen desenlace..."  

-Muy bien, presta mucha atención porque sino por mucho dinero que puedas tener quedaras en bancarrota- Sebastián estaba sentado frente a mi barajeando el mazo de cartas que seguía sin adivinar cómo había conseguido en ese motel en medio de la nada

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-Muy bien, presta mucha atención porque sino por mucho dinero que puedas tener quedaras en bancarrota- Sebastián estaba sentado frente a mi barajeando el mazo de cartas que seguía sin adivinar cómo había conseguido en ese motel en medio de la nada. –Te daré dos cartas y comenzare a destapar 5 cartas sobre la mesa, entre cada carta se hará una ronda de apuesta y tú según lo que tengas en las tuyas decidirás que ir haciendo.

-No comprendo porque no solo puedo jugar en las maquinas tragamonedas y ya.

-Morgan ¿te estas escuchando? Eso es para gente aburrida, no puedes hacerme manejar 24 horas hacia el otro lado del mapa solo para esperar que una maquina te vomite una fortuna.

-Si lo dices así suena muy cruel de mi parte- tome la Coca-Cola y le di un sorbo a través del pitillo.

-Bueno ya basta de charla, continuo. Esto de aquí- colocó dos cartas sobre la mesa y las apuntó con su índice –es un par, al menos que tengas un par de ases no te molestes en subir una apuesta o pagar una muy alta- agregó una carta más y las indicó del mismo modo.

-Déjame adivinar, es un trió- tal vez no era una máster en Póker pero podía sumar 1 más 2.

-Exacto- buscó entre el mazo de cartas y sacó entonces otra combinación.

Era algo difícil seguirle el ritmo, la última vez que había jugado a las cartas estaba aun en la preparatoria.

-Y finalmente esta- colocó cinco cartas sobre la mesa, 10, J, Q, K, A, todas del mismo palo –esto señorita Morgan, es el cáliz de la fortuna de los casinos, la maravillosa y casi imposible flor imperial, nada, escúchame bien- tomó las cartas con su mano y las abrió como un abanico frente a mi -¡Nada! Es mejor que esto.

-Creo que te dejare en cama cuando vaya a jugar el fulano Póker, me das algo de miedo, mira tu ojo creo que hasta tiene un tic o algo.

-Jamás creí que me llevarías contigo- no supe si lo decía en broma o si era realmente lo que pensaba, aunque tenía lógica que fuera así, solo era el Valet Parking de mi boda.

-¿Luego qué?

-¿Perdón?- preguntó, como si lo hubiera sacado de sus cavilaciones.

-Luego de saber que cartas tengo y con cuales cuento ¿Qué sigue?

-Oh claro- volvió a unir las cartas en el mazo a un lado de la mesa –bien, habrá un hombre o una mujer quien sabe, ojala sea la última –puse mis ojos en blanco y sonreí, típico –que repartirá las cartas y esperara entre rondas a que hagan sus apuestas, se hace en orden, alguien es el primero siempre y esa persona marcara la pauta, puede pasar o puede apostar, cuando sea tu turno tienes 4 opciones: si todos anterior a ti han pasado tú también puedes hacerlo, si alguien ya aposto puedes colocar justo la misma cantidad que él, colocar mas y subir la apuesta o retirarte de la partida; se coloca la siguiente carta solo cuando todos hayan colocado la misma cantidad.

Cuerdas de LibertadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora