Morgan tenia dos opciones: seguir caminando y casarse con el hombre que toda mujer sueña para vivir la vida que toda mujer sueña o tomar la dirección contraria y huir de ahí con un completo desconocido, sin rumbo, sin planes, sin reglas. Dos caminos...
"¿Cuánto tiempo ha pasado en esta aparente tranquilidad? Esa calma que me aterra porque no sé si estoy segura de querer sentirme así, como si estuviera solo tocando la superficie, como si fuera un cuerpo vació y una máscara sin dueño, como si todo me estuviera prestado y nada en absoluto fuera mío. ¿Cuánto tiempo ha pasado mientras me convertía en esta copia barata de mi misma? Porque en serio ¿he crecido y madurado o solo he aplastado a mi verdadero yo? Me extraño, en serio me extraño, a la que ríe pero también es capaz de llorar, a la que entrega a pesar de las decepciones, a la que habla y siente a pesar de que no la quieran escuchar, extraño a la de los vómitos verbales, a la chica a quien le preguntaban ¿de qué estás hablando? ¿Cuánto tiempo ha pasado hasta convertirme en una marioneta más?"
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POV DECLAN
-¿Estás segura de esto?- cuestioné esperando de pie mientras Morgan dejaba flores en la lapida de su padre, se habían cumplido cuatro meses desde que condenaran a su madre y un día justo como ese su padre estaría cumpliendo 49 años.
-Ya lo he pensado lo suficiente- se arrodilló frente a la sepultura de mármol acomodando sus nuevas gafas de sol sobre su nariz –no lo necesito Declan, nunca necesité de todas esas cosas, tal vez mi madre no tenga razón en muchas cosas pero si en una, es demasiada responsabilidad para mí sola.
-Pero tú padre habría querido que siguieras su legado.
-No lo sé, tal vez tengas razón pero ¿sabes algo? No es lo que yo quiero.
-Ni siquiera le has preguntado a Elianna si está de acuerdo, si tú no quieres la herencia tal vez ella tampoco.
-Lo querrá, lo aceptará porque para ella Charles Wood es el sueño hecho realidad- extendió su mano hacia la tumba y deslizó sus dedos con expresión añorante –mi sueño realidad seria tenerte aquí- susurró, me acerqué a ella arrodillándome a su lado para poner mi brazo sobre sus hombros.
-Él estaría muy orgulloso de ti Lizzy- murmuré cerca de su oído dejando luego un beso en su mejilla, ella volteó su rostro hacia mí y puso su mano sobre mi mejilla.
-No tienes idea de cuánto me alivia que estés aquí Declan- siempre hacia eso, desde que desperté en el hospital y la encontré llorando no había dejado de decir algo semejante.
-Y no pienso ir a ningún lado- le aseguré besando la palma de su mano.
-Declan...- puso sus manos sobre sus rodillas.
-¿Qué pasa?- bajó la mirada a sus manos pero eso no impidió que notara que comenzaba a llorar –Ey, ven aquí- la rodeé con mis brazos y la atraje hacia mi cuerpo –está bien, no pasó nada Lizzy y aunque lo hiciera jamás seria tu culpa.
-No es eso- contestó con voz queda sin dejar de abrazarme.
-¿Entonces qué pasa?- me enderecé y le quite las gafas de sol para poder ver en la inmensidad de sus ojos verdes.
