Cuerdas de Libertad

Stretch your Eyes

  "La vida es siempre una prueba de resistencia. Siempre contra el mundo, siempre con su peso en los brazos. O ideas como llevarlo sin esfuerzo o eres sepultado junto con tus sueños."  

POV MORGAN

Declan abrió la puerta antes de que terminara de girar la llave en el cerrojo, la expresión en su mirada era de advertencia, me pregunté que podía estar pasando para que me recibiera de aquel modo cuando más bien esperaba encontrarlo molesto.

-¿Qué sucede?- pregunté aun con un pie en el pasillo.

-Elianna está aquí- murmuró mirando disimuladamente hacia la cocina.

-Oh.

-¿Quieres hacer esto Lizzy? Sino...

-Está bien- musité no muy convencida.

Elianna movía los dedos sobre los azulejos como si tocara un piano en vez de una superficie plana, no miró en mi dirección de inmediato pero supe que advirtió mi presencia cuando dejó de hacer aquel gesto y se quedo inmóvil y en silencio, no sabía si acercarme a ella o no y mucho menos sabía que era lo que debía decir, era mi hermana menor, se suponía que yo debía ser capaz de darle una dirección a todo lo que estaba sucediendo pero estaba tan confundida y fuera de lugar como ella.

Sentí la mano de Declan apoyarse en la parte baja de mi espalda, volteé mi rostro hacia él en busca de ayuda pero aquello era tan nuevo para él como para mí.

-Esto es extraño- dijo aquella chica rompiendo el hielo, note de nuevo que sus ojos eran incluso más azules que los de Declan lo cual los ayudaba a resaltar en medio de aquel rostro níveo y cabellos oscuros, sin importar si era cortes o no miré aquella cara descaradamente en busca de algo que me recordara a mi padre pero a simple vista nada podía advertirme que esa chica frente a mi compartiera la mitad de mis genes –buscas algún parecido con él ¿verdad? Fue lo primero que hice yo cuando me desperté esta mañana, busqué su foto en internet y la puse en el espejo a la vez que me veía en él, pensé que habría algo, aunque sea una sola parte de mí por la cual alguna vez pude sospechar que él era mi padre pero la verdad es que no hay nada, tú en cambio eres igual a él.

Elianna se bajó del banquillo frente a la encimera y caminó hasta mí deteniéndose a solo un paso, me miró de la misma manera que yo lo había hecho haciéndome sentir aun mas incomoda, si hubiera sabido que tenía una hermana hace 5 años, si lo hubiera sabido incluso antes ¿algo sería diferente?

-Elianna...- coloqué un mechón de mi cabello tras mi oreja y miré a Declan antes de volverme hacia ella –realmente no sé qué es lo que debo decirte, todo esto...

-No es justo ¿sabes? Mis padres deberían estar aquí para darme explicaciones, alguno pero al parecer todos tenían un lugar mejor en el cual estar.

-No es culpa de ellos- me apure en decir, segura de que mi padre no tenía la culpa de estar muerto.

-No, no digo que lo sea- se dejó caer sobre el sillón más cercano y sostuvo uno de los cojines con fuerza apretándolo contra su pecho –es solo que ayer sabia quien era, sabía en qué lugar estaba todo, veía a Sebastián con todos sus rollos y me sentía afortunada de tener mi vida en su lugar pero de pronto mi vida también es un desastre, una madre que se suicida, un padre falso y otro que jamás creyó que era lo suficientemente importante como para dar la cara por mí.