Narra Jimena
Habían pasado tal vez dos semanas, casi tres desde lo sucedido con Melanie, no había vuelto a saber de ella, pero aun la conservaba en las redes sociales, asi como su número, ella no me había eliminado y la verdad a mí tampoco me daba por hacerlo.
Con Ale todo iba más que perfecto, salíamos, dormíamos en la casa de la otra de vez en cuando, bromeábamos y toda la cosa bonita.
Estábamos a punto de graduarnos de la preparatoria, yo estudiaría criminología y Ale enfermería, ambas en una universidad de la capital, aun no hacíamos los trámites de ingreso pero era casi un hecho de que nos mudaríamos juntas. El hecho de verme en un futuro con ella era algo que me hacia sonreír de la nada.Ese día Ale había ido a la biblioteca a hacer un trabajo de equipo, quise ir pero mi madre salió y debía cuidar a mi hermanita; asi que me encontraba leyendo en mi habitación 'La mecánica del Corazón' cuando mi celular comenzó a vibrar notando el nombre de mi chica.
—Hola guapa ¿cómo te va?— conteste alegremente
—Jimena soy Daniel
— ¿Que? ¿Porque llamas del celular de Ale?
—Porque sabía que asi contestarías mas rápido.
— ¿Que sucede? ¿Donde está Ale?— me incorpore en la cama rápidamente.
—Habíamos terminado el trabajo y fuimos a una pizzería a comprar algo de comer y de la nada Alejandra se desmayo asi sin más.
— ¿Donde están? Voy para allá.
—En el hospital.
— ¿Que? ¡¿No fue solo un desmayo?! ¡Daniel explícate!
— ¡Tal vez si me dejaras hablar! Ok como no logramos despertarla y había empezado a tener fiebre, el gerente llamo un ambulancia, todos venimos con ella y la pasaron a una habitación para revisarla hace veinte minutos.
— ¡Veinte minutos! ¿¡Y porque carajo no me habían llamado eh?!
—Te mande miles de mensajes y ninguno contestaste por eso marque del celular de Alejandra
— ¡Ah demonios!— había olvidado que silencie sus mensajes porque casualmente cuando leía, él me llamaba solo para decirme bromas estúpidas —Si, lo siento mándame la dirección voy para allá—
—Está bien— colgó
Me sentí la mas estúpida del mundo por no haber tocado el celular antes, cuando abrí el chat con Daniel tenía 50 mensajes y 10 llamadas sin recibir, quise darme contra la pared por eso. La dirección había llegado, tome mi bolsa, las llaves y algo dinero para el taxi; deje a mi hermana encargada con una vecina y me fui.
Cuando me encontraba ya dentro del auto los verdaderos nervios comenzaron a hacerse presentes, mis manos comenzaron a temblar con la idea de que algo malo le estuviera pasando a mi Ale, porque era mía, y de nadie más, si algo le pasaba no sabría como llevarlo.
Había llegado ya al hospital, entre por el lado de urgencias y vi a Daniel junto a Sebastián y Valeria sentados en la sala de espera, ellos eran su equipo de trabajo, me acerque rápidamente a ellos.
— ¿Que paso? ¿Dónde está? Quiero verla.
—No sabemos, estaba viendo su celular como siempre y de la nada se puso pálida y se desmayo...lo demás ya lo sabes— Dijo Valeria mientras me trataba de sentara para calmarme, pero me negó.
—Si, si, ahora ¿Dónde está?
—En la habitación 105, ya le hicieron análisis pero no nos dejan pasar más que...— no deje a Sebastián terminar la oración porque me di vuelta dispuesta a dirigirme al lugar, pero me tope con una figura femenina.
—Disculpe....eh— Al momento que me separe para ver quien era, solté un respiro algo pesado, era la mamá de Alejandra— Señora...hola, discúlpeme iba a ver como esta Alejandra.
—No creo que eso sea conveniente...su papá está con ella ahora— me contesto algo insegura, como si tratara de cuidar sus palabras.
—Si, claro, entonces iré cuando el salga, no hay problema.
—No entiendes Jimena...No creo que su papá te deje verla—
— ¿Que...?— no entendía el porqué, siempre me había llevado bien con sus padres y esto no tenía sentido.
—Veras...— continuo su madre mientras tomaba mis manos y nos sentábamos con los demás— unas horas antes de que nos llamaran de que Alejandra se había desmayado, nos llamo, a mí y a mi esposo, una chica de un número desconocido y nos dijo que Alejandra...y...— bajo la mirada y casi como susurro continuo— nos dijo que tú eras su pareja; al principio a ambos no lo creíamos pero después nos envió ese mismo número unas fotografías donde estaban tu y mi hija tomas de las manos y besándose en lo que parecía la sala de un cine—.
No podía decir nada, las palabras realmente habían salido de mi cabeza y mis ojos se había abierto a lo máximo y lo único que podía ver era el nombre de Melanie en mi cabeza, quien más que esa maldita perra para hacer algo asi.
—Señora yo...puedo explicarlo, solo déjeme...—
—No es necesario, no estoy molesta, al contrario te agradezco que hagas feliz a mi hija— me tranquilizo mientras pasaba su mano por mi cabeza. — Sin embargo...mi esposo...no lo tomo muy bien—Ahí. Ahí estaba la tormenta que tanto se había estado anunciando pero que había querido ignorar, sabía que había sido demasiada paz para ser verdad. Sabía que esa zorra de Melanie no se iba a quedar llorando de brazos cruzados. Pero esta no se la iba a dejar pasar. Iba a tirarle diente por diente como debía hacerlo la primera vez.
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J&A[ChicaxChica]
Teen FictionJimena y Alejandra jamas pensaron que con una sola desicion se pueden cambiar miles de cosas. Estas dos chicas se conocieron al momento de entrar a la preparatoria, ambas son muy buenas amigas pero de pronto empiezan a sentir algo mas que solo amist...