Narra Jimena
El día que Alejandra salió del hospital, apenas y pude verla, ganas no me faltaba para correr y besarla, decirle lo tanto que la amaba y reclamarle por preocuparme; sin embargo, su padre al verme me lanzo una mala mirada y eso evito que lo hiciera, cuando estaban por irse vi a su madre decirme con los labios "discúlpanos" a lo que yo solo sonreí tratando de decirle que ella no tenía la culpa.
Porque la persona que la tenia estaba quien sabe donde riéndose de lo que alguna vez fue una amistad, iba a encontrar a Melanie, pero eso seria después.Ahora tenía cosas más importantes de las cuales preocuparme, por ejemplo ese mensaje extraño que Alejandra me mando la misma tarde que la dieron de alta.
"Tenemos que hablar "decía, a lo que yo inmediatamente pregunte si había ocurrido algo, pero ella nunca contesto, ni siquiera le llego el mensaje; llame y solo marcaba fuera de línea ¿Lo habría apagado? No creo, si tenía algo que decirme no lo habría hecho.
Esto fue hace dos días, y nada, no sabía nada de ella, llame a su madre pero cuando contestaba solo decía "Después hablaremos, lo siento" y colgaba.
Era lunes, esperaba con ansias verla en la escuela, la extrañaba demasiado, sus manos, sus ojos, sus esponjosos labios, necesitaba de ella, saber como esta y también una explicación.Al llegar lo primero que hice fue preguntarle a los demás si sabían algo de ella pero no, nadie sabía algo que yo no. No quise desesperarme mucho, me senté, cuando el maestro entro, mi calma se baso un poco en que Ale siempre llegaba algo tarde después del timbre, algunas veces incluso después de la primera hora.
Esta vez fue diferente, no llego en todo el día, mis ánimos estaban por los suelos, los demás debieron suponer lo que pasaba ya que no hicieron preguntas, no tenía ganas de nada y para colmo la maestra quiso que pasara al pizarrón a completar unas estúpidas oraciones. Era cierto que era de las mejores y siempre contestaba bien, pero en ese momento no estaba prestando la más mínima atención y mucho menos estaba de humor.—Discúlpeme es que no me siento bien ¿Podría ir al baño?— pregunte de la manera más respetuosa que podía en ese momento.
— ¿Se está excusando para no hacer lo que le eh indicado?— genial, la vieja de seguro estaba en sus desde nuevo.
—Claro que no, le eh dicho que no me siento bien— dije de manera firme.
—Pues si se siente tan mal, salgase pero le quitare la participación, así que usted sabe— en otras circunstancias me hablaría disculpado y quedado callada, pero como ya dije, no era mi día.
Me voltee y comenzó a recoger mis cosas. "Púdrase" susurre sin aguantar, todos estaban en silencio así que seguramente la profesora me escucho, y así como nada, salí frente a la mirada de todos y me fui a mi casa.Era jueves y yo aun no tenia no idea de mi Alejandra, nadie en realidad; al día siguiente de mi "rebeldía" me pusieron un reporte y falta a clases, también me hicieron disculparme con la vieja profesora.
El día estaba por terminar, quedaban tal vez 30 - 40 minutos de escuela cuando entro el director, nos cayó a todos y después hablo.—Como algunos saben Alejandra a estado faltando a clases— ahí fue cuando inmediatamente levante la mirada y preste atención — Bueno para los que son sus amigos, la madre de Alejandra me pidió que les comunicara que será cambiada de escuela debido a problemas familiares. — después de esto agradeció por la atención y salió, yo apenas respiraba, creo que alguien toco mi hombro pero no supe quien, al momento que reaccione salí rápidamente detrás del director.
— ¡Señor!— dije cuando lo alcance— Sobre Alejandra... ¿Sabe la razón de porque se cambiara de escuela?
—Si, pero es información personal, lo siento— tuve que contenerme de gritarle que me dijera.
—Bueno... ¿al menos sabe a cual escuela ira?—
—No recuerdo bien, creo que ni siquiera será en la ciudad, con permiso— y siguió caminando.
—Si, gracias...—dije casi como un susurro cuando ya se había ido. Mi mente dejo de reaccionar. Alejandra, mi Ale se mudaría lejos de mí, y yo apenas me estaba enterando, quería llorar, pero me obligue a no hacerlo, no lo haría en la escuela, ni siquiera sabía como me sentía, estaba triste, frustrada y enojada al mismo tiempo; quería golpear algo pero también que me abrazaran, que ella me abrazara y me dijera que era mentira todo eso, y que ella no se iría. La necesitaba.
Al terminar las clases, ya estaba de camino a su casa, lo habría hecho antes pero sabía que su padre estaría ahí, pero ahora, si no mal recuerdo debería estar en el trabajo.
Cuando llegue toque la puerta tres veces y no escuche que nada ni nadie se moviera dentro, volví a tocar pero esta vez agrega un "Soy Jimena por favor habrán" y eso funciono, aunque no del todo.
— ¿¡Jimena?!— la escuche gritarlo sabia, estaba ahí, tan cerca de mí.
—Si, Ale soy yo, abre por favor. —
Escuche un par de puertas azotarse y de pronto intentaban abrir la entrada, me separe preparada para lanzarme a ella y besarla, sin embargo no pude. Al abrir la puerta un escalofrió me recorrió la espalda.
—Buenas tardes— dijo en tono serio el padre de Alejandra
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J&A[ChicaxChica]
Teen FictionJimena y Alejandra jamas pensaron que con una sola desicion se pueden cambiar miles de cosas. Estas dos chicas se conocieron al momento de entrar a la preparatoria, ambas son muy buenas amigas pero de pronto empiezan a sentir algo mas que solo amist...