• Cap 24 •

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Despertó, estiró su delgado y pálido cuerpo para luego dirigirse a su espejo rayado con plumón permanente. "Venganza", la primera palabra leíble en él. Miró todo el espejo, de arriba a abajo con decepción. Maldecía el momento en que dijo que ingresaría al equipo sin duda. Maldecía el momento en que mató a gente inocente. Maldecía el momento en que ella misma decidió cambiar para no volver a sentir ese dolor en su pecho al presionar un gatillo.

Pensó que nunca debió hacer eso, que ya no había vuelta atrás. Una lágrima bajó por su mejilla, terminando en el akuma de su clavicula. Limpió el resto de esta y suspiró, convenciéndose de empezar de nuevo y, tal vez, mudarse a otra ciudad, donde nadie supiera de su existencia ni su pasado.

Caminó por varias calles de la ciudad, pensando en que sería lo mejor. Irse y dejar todo o simplemente aguantar y ser valiente. Se consideraba fuerte y optimista, pero nada de eso le servía. Tomó una decisión que no sería fácil de cumplir. Y esperaba no arrepentirse a la primera mirada.

Volvió a su departamento, sacó todas las maletas que tenía guardadas y simplemente suspiró. Tomó el celular y marcó el número del rubio que hace un tiempo no veía...

— ¿Adrien?

¿Marinette?

— Cambio de planes. Necesito hacer esto lo más pronto posible.

¿Qué? No puedo, Mari.

— Si que puedes. El martes de la próxima semana. Es eso o nunca.

¿Qué demonios pasa contigo?

— Deja de preguntar. No te diré nada de todos modos.

No hagas una locura.

— No prometo nada.





Romance Asesino [En edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora