-Capitulo 36-

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-Lauren...-Jadeó Camila mientras su novia mordía su cuello levemente.

-¿Que pasa?-La miró y en sus ojos solo había lujuria, deseo. Empezó a tocar su perfecto abdomen llegando a la base de sus senos, haciendo que a la morena le costara respirar con normalidad.

-Yo...Hazme el amor, Lauren-Sus ojos chocaron y ambas pudieron jurar que perdieron la noción del tiempo, disfrutando del momento y entregándose por completo la una a la otra.

-Será un gusto-Le sonrió con picardia.
Todo fue mas fácil debido a que la morena solo traía sus bragas junto a su sostén. Lauren se alejó lo suficiente para poder sacarse la remera, ni bien lo hizo sintió las uñas de su novia clavadas en su abdomen. Soltó un leve jadeo y tiró la remera por algún lugar. Volvió a los labios de su novia, poniendo todo su cuerpo encima de ella, quien acariciaba su desnuda espalda, Lauren sentía como tentadoramente sus manos se quedaban en la parte baja de esta, como avisando que no tardaría en bajar sus manos por completo. Y así fue, bajo sus manos hasta que quedaron completamente apoyadas en su trasero. La ojiverde no aguanto más y le quitó el sostén a su novia.

-Estorba, demasiado-Susurró sacándolo por completo y haciéndolo a un lado.

Fue dando pequeños besos en su mandíbula, luego bajó por su cuello y desde ahí hizo una linea con su lengua hasta llegar al valle de sus pechos. Al primer roce de su lengua con el, Camila soltó un ronco y alto gemido, lo que provocó que su novia tenga que taparle la boca con su mano libre.

-Tendrás que aguantarte, cariño.

-Yo...No creo poder...esto es demasiado y...-No pudo continuar porque su novia la había callado de un beso.

Lauren llevó su mano a uno de los senos de la morena, la dejó ahí mientras la besaba, y de un momento a otro dio un fuerte apretón.

-¡Lauren!-La forma en que Camila mordió su labio tan sensualmente hizo que la ojiverde casi se corriera.

-Resiste, mi amor.

Y sin más, bajo por completo, mientras su mano seguía dando leves apretones, su boca jugaba con el otro. Torturando de vez en cuando, escuchaba maldecir a su novia y eso la prendía y le encantaba.

Camila de un rápido movimiento le sacó su sostén, y dejo que Lauren haga su trabajo para agarrarla de los hombros y empujarla hacia ella. No había sensación mas exquisita que la fricción que hacían sus pechos al encontrarse.

A Camila le encantaba el sonido que hacía cuando su novia succionaba alguna parte de su cuerpo, dejando una que otra marca. A la morena le volvía loca el sonido de la succionada.
Y así fue como se entregaron la una a la otra, entre besos, caricias, incluso jadeos y gemidos, el amanecer hizo que ambas cayeran rendidas en la cama. Sus cuerpos estaban agotados, sus espaldas y sus traseros ardían, pero no importaba. El dolor valía la pena después de todo. 

***

Seguramente eran las 11 u 12 del mediodía cuando Lauren abrió sus ojos y vio a Camila, a su Camila acostada encima de ella. Tenía sus brazos envueltos en la cintura de la ojiverde, al estar desnudas pudo ver su espalda e incluso su trasero. Sonrió al recordar todo lo sucedido la noche anterior y empezó a vagar sus ojos por absolutamente todo el cuerpo de la adorable morena quien dormía plácidamente sobre ella.

Miro su espalda, su desnuda espalda y pensó que podría estar horas acariciandola y no se cansaría.

Miro sus senos, algo que no debería hacer pero le encantaban, le encantaba como sus perfectos pechos se amoldeaban perfectamente a su sostén negro.

Miró sus clavículas, pudo notar uno que otro lunar y pensó que cada uno de sus lunares debía ser explorado como si fueran pequeñas galaxias, por alguien hambriento de descubrimiento y que moría por explorar más, debian explorados con delicadeza y con amor.

Miro su cuello, donde tenía algunas marcas, vale aclarar que alteró un poco por lo mucho que se notaban pero ese no era el momento para pensar en eso. Pronto habría una solución.

Miro sus labios, definitivamente era su parte favorita de todo su cuerpo. Podría estar horas y horas besándolos, pero cada vez, cada beso que se daban era diferente, siempre había una sensación nueva, era como probar otros labios pero en la misma persona. Tenia por seguro que nunca  iba a cansarse de probar sus labios. Aunque pasara lo que pasara, si se alejaba, o lo que fuera, estaba segura de que nunca iba a sentir tantas cosas como lo hizo con Camila. Vale aclarar, que las mariposas que sentía cuando la besó por primera vez, aún no se iban y a pesar de sentir muchas cosas, eso era lo único que sentía siempre.

No solo cuando la besaba, porque el amor no se trata de solo besos y sexo. Ella sentía un zoológico al verla, al tenerla cerca, al tomarle la mano sentía cosas inexplicables. Era consciente de lo feliz que la hacía con tan solo hablar con ella, con entregarse a ella, con confiar. Algo le decía que nunca iba a cansarse de ella, algo le decía que a pesar de todo, a pesar de la distancia, de los miedos, de las inseguridades, de ambas, ella estaba destinada a estar con Camila. Realmente nada, pero nada le aseguraba eso, ella solo lo sentía. Por ahí cuando quieres mucho a alguien te imaginas esas cosas por lo bien y lo feliz que te hace. No se sabe si es con intención, o con la intención de convencerte a ti mismo de que realmente pasara. Eso mismo le pasaba a Lauren, y de lo que miedo le tenía a este mundo, a lo que mas le temía era a perderla, a que algún día ella se alejara o se cansara y que nunca más vuelva a sentir las cosas que siente con ella estando cerca. O incluso lejos, a través de una pantalla.
Fue ahí cuando volvió a la realidad y se dio cuenta de que Camila la estaba mirando fijamente, estaba preocupada pero con una hermosa sonrisa en su rostro.

-Lauren...¿Estas bien?

-Oh, claro. Solo estaba pensando.

-Mi amor...no dejaste de mirarme durante cinco minutos. Y estoy sorprendida, ¿sabes? Nunca nadie me había mirado con tanto amor como lo haces tu, es...raro pero no voy a mentir que es hermoso, y que se siente hermoso-Se sonrojó- Pero no te preocupes, amo que me mires y mucho mas si es así.
-Solo estaba pensando de lo feliz que me haces. Mierda, haces que saques mi lado cursi, te detesto.

-No lo haces, amor.

-Tienes razón, no lo hago-Ambas sonrieron.

-Son las doce aún, -Dijo mirando su teléfono- ¿Quieres seguir durmiendo? Por lo que escuche, o sea nada, todos están durmiendo todavía.

-Por mi esta bien...

-Bueno.

Camila se recostó en su pecho quedando profundamente dormida, Lauren se quedó observándola durante un buen rato y se dio cuenta de que lo que había pensado minutos atrás era totalmente cierto y se dio cuenta que no podía estar mas que agradecida con quien sea por haber permitido que esta mujer se cruzara en su camino cuando menos se lo esperaba, y por hacer que sea la mujer mas feliz de este jodido planeta.

***

Twitter: @camrendruxgss

Se que me extrañaron 7u7. Pero ¡I'm back!

Cuenta Fake; CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora