Capítulo 1

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Mi nombre es Hope Sindaird, tengo 17 años, convivo con mi padre, mi madre murió hace 2 años y soy hija única. Nací Canadá,pero hace un mes me mudé al otro lado del mundo, ahora vivo en Escocia, en esa casa es donde falleció mi madre,el aroma a ella nostálgico nos deprimía y decidimos alejarnos un tiempo.

Mi estatura mediana, mis ojos son color ámbar, mi cabello largo hasta la cintura de tono rubio intenso.

Mi vida es normal y tranquila,aunque  viva en la cuidad.No tengo muchos amigos no solo por qué me mudé hace poco tiempo,también por que soy tímida.

Hay algo de lo que nunca hablo, de lo que no me atrevo a pronunciar o decir, eso es como murió mi madre,la causa en que siempre me siento vacía y triste.Intente lo que intente no puedo decírselo a una persona,aún que fuese de confianza,no me creería y pensaría que estoy loca.

~·~·~

18 de Febrero

Mi padre me llevó al Instituto,sería igual a todos los otros días,siendo ignorada por toda la escuela, y me ayudaba mucho eso de no tener que dialogar con alguien.

Al llegar, busqué mi casillero, tomé mis libros y me dirigí a otra clase aburrida de Biología.Me senté en mi pupitre al final del aula lejos del pizarrón.Mirando a los alumnos llegar de un momento a otro reconocí a un chico, pero no era de la clase,no recordaba donde era que lo había visto, tenía aspecto extraño, era pelirrojo y ojos oscuros como la noche, pero detube mi pensamiento cuando ví que sus pasos se dirigían hacía mi pupitre.Seguí la mirada,hasta que se sentó a mi lado.

Me sentía algo invadida y nerviosa, no solía la gente sentarce conmigo. El esperó a que diga algo pero vió que no dirigí palabra alguna el habló.

-Hola-Dijo mirando al pizarrón.

Su voz era relajada, y no pude evitar notar unas marcas en su brazo izquierdo.Estube a punto a responder, pero no lo hice.

Antes de que llegara el profesor Flitcuyck preguntó el chico misterioso:

-¿Cómo te llamas?-Esperó unos segundos y volvió a hablar-Yo soy Peter.

Por fin me digné a hablar y dije:

-Ahí llegó el profesor-No tenía ganas de hablar y menos con un extraño que tenía marcas extrañas en el brazo.

Luego de eso no salió ningún tema de conversación. La clase parecía infinita hasta que el timbre milagroso por fín sonó.

¿Ángeles y demonios?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora