Capítulo 14

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Charles puso a calentar la lasagna en el horno mientras Erik olfateaba a su alrededor cual perro hambriento.

- Tengo demasiado hambre, podría comerte a ti! - Erik abrazó por la espalda a Charles y mordisqueó su oreja.

- Erik, no hagas eso! - Charles intentó zafarse del abrazo pero su captor lo presionaba más contra si.

- Por qué no? Podría gustarte...? - Erik le susurró con un tono juguetón mientras deslizaba la mano por debajo de su camisa rozándole el abdomen.

- La comida se quemará! - Charles se estremeció pero  finalmente se zafó y lo miró reprobatoriamente. - No pienso volver a cocinar todo esto así que comamos! - Y se dispuso a  poner la mesa mientras Erik reía de la tensión de su pareja.

Se sentaron con la cena servida, Erik probó un bocado y Charles se quedó mirándolo expectante. Temía que le hubiese salido horrible.

- Está delicioso. - Erik le sonrió finalmente.

- Delicioso de verdad o lo dices por cortesía? - Charles lo miró arqueando una ceja.

- Lo digo en serio. Sabes que no tengo problema en decirte si tu comida apesta.- Erik sonrió mostrando todos sus dientes y Charles lo perdonó sólo porque esa sonrisa lo devastaba.

Al cabo de una hora habían terminado de cenar.
- Te apetece un café? -

- No estaría mal! - Respondió Erik tras meditarlo.

- Bien, iré a prepararlo.-

Charles desapareció rápidamente y se escabulló en la cocina. Encendió la cafetera y se quedó apoyado en la mesada esperando un rato a que se calentase el café. Estaba tan nervioso que había decidido poner un poco de distancia entre ellos. Deseaba a Erik sin dudas pero lo asustaba la perspectiva de que él volviese a arrepentirse al día siguiente.
Alejó esos pensamientos. No podía seguir atormentandose con el pasado, al menos no esa noche.
Preparó las tazas y estaba por servir el café cuando sintió nuevamente las manos de Erik rodearlo con ternura.

- Lo pensé mejor y decidí que me apetece otro postre...- Erik besó con suavidad el cuello de Charles.

- P-puedo ofrecerte mousse que hice para David o chocolate, o helado...- Charles comenzó a quedarse sin aire cuando sintió las manos de Erik bajar por su abdomen.

- E-erik...- Charles lo soltó más como una suplica que como un reproche.

Como toda respuesta Erik rozó el miembro de Charles a través de la tela, sintiéndolo endurecer a su tacto. El suyo hizo lo propio y lo presionó contra el trasero de Charles intentando buscar un poco de alivio.

- Erik...- Charles gimió al sentir que su pareja aumentaba la presión sobre su miembro.

De pronto Erik hizo voltear a Charles y tomó posesión de su boca como si su vida dependiese de eso. Mordió, lamió, rozó de todas las maneras que pudo, mientras sus manos recorrían su menudo cuerpo. Su piel era suave y no quería perderse de tocar ningún recoveco. Todo en Charles era perfecto y se encargaría de demostrárselo toda la noche.

Charles rodeó a Erik por detrás del cuello mientras correspondía con ansías a las constantes demandas de su boca. Lo besaba sin clemencia y él se sentía en el cielo. Comenzó a bajar sus manos acariciando los torneados brazos de Erik y continuó hasta posarlas en su trasero presionando sus caderas para que sus miembros se rozasen. Erik soltó un gruñido invadido por la lujuria, y tomó a Charles por las caderas, levantándolo.

- Rodeame con tus piernas. - Ordenó Erik impaciente.

Charles obedeció y Erik continuó besandolo mientras intentaba llegar al cuarto.
Cuando llegó al umbral de la puerta, la abrió de una patada y bajó a Charles sobre el suelo, no sin antes deslizarlo bien pegado a su cuerpo.

Una noche para olvidar (CHERIK)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora