Capítulo 10

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Era viernes. Charles llegó a su casa esa tarde y se puso a ordenar. Erik le había confirmado que los gemelos estaban ansiosos por ir esa noche así que decidió dejar todo listo para la cena. Limpió el living, dejó la mesa vacía (David y él solían usar la mitad que sobraba para juntar libros, papeles, videojuegos...) Charles volvió a recordar las reglas de su amigo y rió pensando en la cara que pondría al ver su casa así.

Suspiró y se distrajo pensando en como hubiesen sido sus vidas si Erik lo hubiese querido. Tendrían tres adorables niños, y un hogar condenadamente pulcro. Charles sonrió con amargura, y el timbre sonó.

- Raven, David! - Charles los dejó pasar besando a su hijo en la frente, y luego a su hermana.

Ambos quedaron boquiabiertos a ver la casa tan limpia. El primero en hablar fue David.

- Wow, papá! no veía la casa tan ordenada desde mi cumpleaños pasado! - Charles lo fulminó.

- Bueno, está increíble! - Raven rió por el comentario de su sobrino.

- Iré a dejar mis cosas y a bañarme. - David se fue arrastrando su mochila y abrigo.

- Bueno, veo que te has esmerado mucho para lo de esta noche.- Dijo Raven cuando el niño desapareció. - Faltaría que te pusieras a cocinar y cartón lleno! - Charles se ruborizó y Raven se rió.

- Te hace mal el amor, hermano. -
- No seas tonta, simplemente intento ser un buen anfitrión. Intentaré hacer pastas, a veces le cocino eso a David y las come. No pueden ser tan malas. - Charles meditó sobre eso y Raven lo miró con ternura.

- Les encantará, y si no siempre puedes ponerlo a cocinar a Erik. Bien, me encantaría quedarme a cenar pero debo declinar tu invitación, mi marido me está esperando para salir, así que me iré.- Charles intentó hablar pero ella lo interrumpió.- Oh, sí. Cierto que nunca me invitaste, pero te lo perdonaré por esta vez! -

- Si quieren pueden venir mañana, nos encantará recibirlos. - Charles le sonrió y ella asintió con la cabeza.

- Veremos, veremos. Bueno, adiós hermano y saludalo a David por mi. Los quiero! - Le abrió la puerta y la muchacha salió rápidamente.

Eran las 19:30, se suponía que Erik y los niños llegarían en media hora y él necesitaba una ducha y un cambio de ropa urgente. Entró a su habitación, agarró ropa interior, una remera de algodón azul oscuro y un jean que tenía guardado para raras ocasiones. Decidió que ya que Erik se burlaba de sus atuendos probaría con algo más moderno.
Se duchó, se vistió y salió de su habitación justo cuando sonaba el timbre.

- Yo abro! - Gritó David entusiasmado.
Charles rió, su hijo había soltado los videojuegos para abrir la puerta, eso ni siquiera ocurriría en un ataque zombie.

Los primeros en entrar fueron Wanda y Pietro. Ambos saludaron efusivamente al joven y luego a Charles. Detrás de ellos entró Erik y revolvió el pelo de David en un gesto afectuoso que ya se le estaba haciendo costumbre pensó dulcemente Charles.

- Charles...- Erik lo recorrió con la mirada y él se ruborizó hasta las orejas. La próxima volvería a su clásica ropa.

- Hola Erik! - Charles le sonrió amablemente.

- Papá, les mostraré a los gemelos mis videojuegos! - Exclamó David alegremente. Charles asintió con la cabeza y los tres se marcharon a la habitación.

- Portense bien! - Erik les advirtió a los gemelos pero no lo escucharon.
Oyeron de lejos murmullos provenientes de la habitación y supieron enseguida que los niños habían sido poseídos por la Playstation.

Una noche para olvidar (CHERIK)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora