Capítulo 26

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Charles salió del salón algo mareado. No estaba seguro si eran los nervios, o el bebé, o ambos. Erik lo había interceptado esa mañana para decirle que irían a su casa a hablar después de salir del trabajo, y no había podido dejar de pensar en ello. Y apenas había podido dormir la noche anterior después de su encuentro en el parque.

- Te ves fatal, Charles.- Logan lo sostuvo de los hombros para estabilizarlo. Charles había chocado contra él al doblar en el pasillo.

- Lo lamento, Logan. No te ví... no me siento muy bien. Iba de camino a tu café para comer algo.- Logan lo soltó con cuidado y gruñó. 

- Mmm, bien. Deja que te acompañe...-

- No hará falta. Yo lo llevaré...- Erik tomó a Charles del brazo y fulminó a Logan.

- Qué sucede? el perro rabioso anda queriendo mear su árbolito?- Logan sonrió maliciosamente.

- Mira, pedazo de chatarra...-

- Ya basta!- Charles se soltó del agarre de Erik. - Continúen con su estúpida escaramuza pero sin incluirme a mi! - Y se marchó furiosamente hacia la salida.

Caminó por la vereda lo más rápido que le permitieron sus piernas. La tarde era fría, y estaba comenzando a llover, pero no le importó. 

- ¡Charles! -  Escuchó el grito de Erik y comenzó a acelerar el paso. Ya se había largado llover y se estaba mojando.

- Charles, detente! - Erik lo tomó del brazo y lo hizo voltear. - Qué demonios te sucede? Vamos, iremos en mi auto.-

- Sueltame! No quiero ir a ningún lado contigo, y no tenemos nada que hablar. Ya te lo he dicho!- Charles intentó zafarse pero volvió a sentirse mareado. Erik lo rodeó entre sus brazos para sostenerlo y Charles se apoyó en él. Realmente no quería, pero lo necesitaba...- Sueltame...- Susurró por lo bajo.-

- Charles... no lo hagas más díficil. Vayamos al auto, estamos empapándonos y lo único que obtendremos será un resfrío.- Erik lo miró seriamente y Charles finalmente asintió.

Viajaron en el auto en completo silencio, y cuando llegaron a la casa de Charles, éste fue por unos toallones para secarse un poco.

- Iré a cambiarme y buscaré algo para que puedas cambiarte también tu.- Charles caminó hasta su habitación sin esperar respuesta de parte de Erik.

Erik caminó en el living de un lado al otro. Había pensado cada palabra que le diría a Charles y esperaba que él fuera lo suficientemente coherente como para cooperar.

- Toma, Erik. Creo que esta camisa puede servirte.- Charles le arrojó la prenda y se marchó a la cocina. Necesitaba comer.

Volvió a los cinco minutos con unas tostadas y té y café caliente. Finalmente podría comer, ya estaba muriendo de hambre.

- Charles, tenemos que hablar.- Erik lo miró seriamente y Charles lo maldijo mentalmente. Acaso no podía esperar a que comiese una tostada? Ya se le había ido el apetito.

- Bien, Erik. Pero antes dejame dejarte en claro que no viviré contigo.- Charles dió un sorbo a su té.

- Vivirás conmigo!- Erik tomó aire, intentando no perder el control. Charles lo irritaba.- Es... es lo mejor para todos, especialmente para los niños.

- Por supuesto que no! - Charles se puso de pie encolerizado. - Rompimos hace pocos meses, Erik. Hasta hace menos de una semana prácticamente no me dirigías la palabra, cómo planeas no confundir a los niños?-

- Fingiendo que estamos juntos.- Erik soltó con naturalidad.

- Estás loco? Por supuesto que no haré tal cosa! - Charles replicó con ira.

Una noche para olvidar (CHERIK)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora