Capítulo 12

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Todo el día fue llovioso, las chicas no salieron en ningún momento, como era de esperarse Lauren no recordaba absolutamente nada. Pero, Camila si recordaba lo que había sucedido su pesadez era constante no sabía que quería, que quería de Lauren, de su vida y ni siquiera que quería de sí misma. Camila tenía muchas preguntas dentro de su corazón que poco a poco trituraban su mente y explotaba su imaginación.

¿Acaso Lauren ya estaba enterada de Ariana? ¿Ariana la habría traicionado? ¿Dejo de amarla el mismo momento en que ella no la amo? ¿Es su culpa? ¿Quién se creía Ariana para jugar con ambas? Tantas preguntas que nunca serian respondidas a su parecer. Volvió a su rutina en el momento que Lauren despertó, le mintió acerca de sus cortes en los brazos, le preparo el desayuno el cual le sirvió en la cama. Fue un día verdaderamente tranquilo, Ariana había dejado de llamar, Shawn ya no molestaba a Lauren, sus padres y hermanos estaban al tanto de todo. Pero Camila no podía evitar sentirse vacía ¿Acaso Ariana tenía razón? ¿Y solo esta con Lauren por la culpa y ya había dejado de amarla? Esas preguntas fueron las que más abundaron su mente mientras contemplaba su rostro, esos ojos verdes ya no brillaban, estaban opacos y confundidos.

Camila contemplaba su rostro sin cesar mientras descansaba su cabeza sobre la de ella, cubriéndola con la cobija para abrazarla con mucha fuerza.

Lauren: Camz. –musitó sin verla.

Camila: Si... Dime... Lauren. –exclamó sorprendida de que la llamara como en los viejos tiempos.

Lauren: ¿Qué nos sucedió? –preguntó triste.

Camila: No lo sé. –susurró acurrucándose sobre su cuello.

Lauren: ¿Alguna vez me amaste?

Camila: Si... siempre lo hice. –exclamó atónita.

Lauren: ¿Entonces porque estuviste con ella?

Camila: ¿Quién?

Lauren: Vamos, Camz. –Musitó viéndola a los ojos-. Tu sabes quién. –agregó con la mirada cristalinos.

Camila: No lo sé...

Después de un par de horas las chicas se quedaron dormidas, y así pasaron todo el día, solo durmiendo, mientras que la lluvia solo se hacía más fuerte. Al caer el sol comenzaron truenos y relámpagos, Camila estaba asustada le aterraban esas cosas, media hora más tarde la electricidad se fue. Camila fue por unas velas que encendió de inmediato. Las chicas sin mucho que hacer solo se quedaron en la cama contemplando el techo, Camila no podía dejar de pensar en lo que habían hablado, pero tampoco dejaba de pensar en Ariana.

¿Podía ser posible que dos mujeres robaran su corazón? ¿O solo era más fuerte la lujuria que el amor? Camila suspiraba cada vez más fuerte, tragaba saliva y cerraba sus ojos con frecuencia tratando de evadir esos sentimientos.

Camila: Hay... hay... hay... –tartamudeo nerviosa-. Hay algo que debo darte, lo conservo desde nuestro aniversario. –culminó bastante triste.

Lauren: ¿Es algo malo? –cuestionó preocupada.

Camila: No lo sé.

Fue hacia la sala a buscar aquello, se trataba del anillo, la sortija con la cual quería pedirle la mano en su aniversario.

Camila: Cierra los ojos y extiende tus manos. –Lauren lo cumple con certeza.

Lauren: Camila, esto es...

Camila: Si, una sortija. –exclamó interrumpiéndola.

Lauren: ¿Me ibas a proponer matrimonio esa noche?

Camila: Si, tengo el anillo hace más de un año, entonces ese era la noche y lugar perfecto para pedírtelo.

Lauren: Tengo preguntas para ti...

Camila: Dime. –musitó preocupada.

Lauren: ¿Cuándo me engañaste?

Camila: Ah... –tartamudeo atónita-. Hace más de un año. –añadió cabizbaja.

Lauren: Entonces, creo que este anillo no lo compraste pensando en mí.


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