Luna Llena Color Rosa Chicle (Remus & Tonks)

Capítulo treinta y cinco

**Tonks**

La celebración se encontraba en pleno apogeo, la música sonaba muy alto y todos bailábamos, Ginny y Hermione no se soltaban los brazos y daban vueltas juntas.

Remus y yo liderábamos las filas de la pista, Liana se movía a nuestros lados.

—¿Ya?—. Nos preguntó.

—No... aún no—. Le dijimos los dos. La pista terminó y todos fueron a sentarse.

—Muy bien, ahora que hable el novio—. Comenzaron a gritar y yo empujé levemente a Remus, quien pasó al centro de la pista tomando mi mano y luego llamó a Liana con una seña.

—Buenas noches a todos... am, nos da un placer enorme tenerlos aquí, les queremos agradecer que estén aquí apoyándonos... hace unos años volví a ver a la mujer que tengo a mi lado y ni siquiera entonces sabía lo que sentía por ella... me provocaba muchas cosas y me confundía... cabe mencionar que hemos pasado muchas cosas, buenas, malas, preocupantes, hemos sufrido pérdidas en común y... creo que es eso lo que me ha hecho amarla más todavía... hace aproximadamente un año...—. Él iba a comenzar la historia de Liana cuando llegó a mi mano una lechuza con una carta, él me miró y yo abrí el sello del ministerio de magia.

"Estimada señora Nymphadora Lupin: De antemano le envío un cordial saludo y una felicitación por su reciente enlace matrimonial, sin embargo, debo comunicarle que su padre ha sido puesto en cuestión de sospechoso por uso ilegal de una varita de bruja, como todos sabemos eso va contra las leyes mágicas, es necesario que se presente a declarar el día Lunes a las 8 de la mañana. Mafalda Hopkin en representación de Dolores Umbrige. P.D: Esperamos que no se presenten más casos de este tipo, los muggles deben permanecer donde deben estar."

Las últimas eran claramente palabras de Umbrige... miré a mi madre y negué con la cabeza a Remus, no podíamos hacer público lo de Liana, ella corría peligro y aún más que mi padre, sobre todo porque Bellatrix ya sabía de ella.

**Remus**

Tonks me enseñó la carta y le asentí, no... no podíamos decir nada sobre Li-li, con Bellatix y Greyback sabiendo sobre ella, corría peligro, era una manera fácil de acorralarnos. Miré a los invitados quienes esperaban mi continuación.

—Lo sentimos, siguen llegando felicitaciones... jamás habíamos sido tan populares ¿O sí?—. Pregunté a ella quien suspiró y sacó una sonrisa.

—No... ni siquiera en mis épocas de juventud en Hogwarts—.

—Les decía que hace un año... hace ya... doce meses... aproximadamente—. Me quedé congelado, no tenía ni idea de que decir. —Sí, aproximadamente... Dora y yo... Dora y yo...—. ¡Eureka! Lo tenía. —Dora y yo perdimos a alguien especial para ambos, Sirius Black se fue dejándonos desubicados y sin saber que pensar... pero nos dejó algo muy en claro, que el día en que decidiéramos hacer todo esto—. Señalé el lugar. —Que quisiéramos casarnos, él estaría allí... hoy, sabemos que Sirius está aquí—.

—Gracias Canuto, te amamos—. Dijo ella levantándo su mano y yo la besé, Liana estaba molesta, no sabía lo que significaba todo aquello

—Disfruten la fiesta, gracias—. Terminé y nuestra hija cruzó los brazos mientras corríamos fuera de la carpa.

—Li-li, no puede ser, lo sentimos—.