Capítulo 44: Tu latir

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Me encontraba en la florería, otro día mas.

La academia ya comenzaba a serme incómoda, sentía nervios al verle así que le ignoraba, no podía hablarle mas quería hacerlo. Estaba muy confundida.

Y él parecía alejarse cada vez mas de mi.

Rinto jugaba con una flor, la cual miraba fijamente, un jazmín. Meiko revisaba las cuentas mientras que Lily limpiaba el mostrador, yo limpiaba un poco las ventanas.

—El otro día le pedí a Len que cuidara a Rinto durante la mañana, aun no me acostumbro totalmente a que asista a la academia—Lily habló deteniéndose en su labor.

Meiko dejó de lado las cuentas mientras Rinto comenzaba a llenar de agua un florero para su jazmín. Yo dejé el trapo con el que limpiaba de lado.

—¿Antes no iba a la escuela a la mañana?—Pregunté confundida.

Rinto llamó mi atención para luego comenzar a negar con su cabeza, Lily lo detuvo por unos segundos mientras nuevamente volvía a fijarme en ella.

—Supongo que debes saber lo de mi marido ¿Verdad?—Asentí algo avergonzada.

—Si, lo siento.

Aquella dolorosa perdida que había sufrido su familia, aun me preguntaba como era siquiera que yo supiera de ello, como era que había conseguido que él me lo confesase.

¿Acaso había mas? Parecía que si.

—Bueno, poco después de que él muriera, yo continuaba discapacitada y Rinto era muy pequeño—Miró hacia él—.Y Len solo tenía 8... Era obvio que mi esposo era quien traía el dinero por aquellos momentos, y su fallecimiento nos dejó pobres...

Ya me lo esperaba.

Me encogí de hombros mientras apartaba la mirada algo incómoda por ello.

—Len intentó asumir todo, quería ayudarnos. Cambió mucho, se volvió mas callado, cerrado, y serio. Sus "Amigos" comenzaron a dejar de hablarle y estar con él, se preocupaba demasiado por nosotros, hacía la cena y algunos quehaceres de la casa —Levanté la mirada ante aquello.

Lily tenía una mirada triste mezclada con cierto orgullo al hablar de aquel tema.

—Y dejó la escuela, dijo que buscaría trabajo. Yo no lo tomé enserio, le dije que dejara de jugar. Pero él iba enserio. Así conoció a Kaito, había ido a la heladería pidiendo trabajo, su familia habló conmigo y accedieron a darle un pequeño "Trabajo" para ayudarnos mientras yo me recuperaba. Kaito comenzó a ayudarlo, en sus descansos le enseñaba algunas cosas puesto a que se negaba a volver a la escuela, y así se mantuvo varios años... Hasta que Kaito lo convenció de tomar el examen de ingreso de la academia; siempre había sido un chico de comprensión rápida, así que lo aprobó. Y a mi me costaba conseguir empleo hasta que encontré este, Len sigue trabajando para poder aportar algo... Estoy orgullosa de todo lo que ha hecho.

Mis ojos se abrieron mientras que todas aquellas dudas en mi cabeza se despejaban, comenzando a entender el porqué de mis preocupaciones recientes. Las razones para que me preocupase tanto por él.

Notaron mi silencio, comenzando a mirarme fijamente. Sin darme cuenta, había comenzado a temblar.

—¿Rin? ¿Te encuentras bien?—Meiko habló tras el mostrador.

No podía formular palabra alguna.

Mi pecho latía con fuerza, las lágrimas contenidas parecía comenzar a acumularse en mis ojos, el temblar ya era demasiado, mi respiración entrecortada no me permitía responder.

Mi tierna otaku.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora