Íbamos de camino a hacer educación física, más conocida como gimnasia o simplemente deporte. Estaba riendo con niñas de mi salón de clases por alguna tontería. Tenía a lo mucho unos siete u ocho años. Estaba en primaria.
Como toda niña, me atraía un niño de mi clase. Y al parecer el sentimiento era mutuo. Después de un corto recorrido hacia el lugar en donde hacemos deporte, ese mismo niño se me acerca y me dice:
– Una flor para otra flor.- Citó con un poco de vergüenza pero a la vez que se le formaba una sonrisa orgullosa en sus labios. Extendió su mano, en donde se encontraba aquella flor de Lantana, la cual era mi favorita, pues en el pueblo en donde vivo la puedes ver en todas partes, además ¿Cómo no enamorarse de tan colorida flor llena de vida por sus hermosos y distintos colores?
Al tomarla de su mano, él se acercó rápidamente a mi, depositando un suave beso en mi mejilla.
El público presente en ese momento, el cuál eran compañeros de clase y la profesora, no pudieron pasar desapercibido tan adorable momento entre dos niños que se atraían inocentemente. Los comentarios de felicitación al niño no se hicieron esperar, y yo no podía tener una sonrisa mas grande mientras que observaba aquella flor que yacía en mis manos.
Me sentí la niña mas feliz y afortunada del mundo. Nunca lo olvidaré.
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Pensamientos de una adolescente introvertida. ©
Teen FictionÉsta no es una historia como las demás. Como lo dice el título, son pensamientos de una adolescente que no puede expresarse libremente. Esta chica narra su infancia, sus distintas experiencias y como va creciendo poco a poco. Escenas, imaginaciones...