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Trabajos. Exposiciones. Exámenes finales. Estaba finalizando el noveno grado, solo me quedaban dos años y adiós escuela y bienvenida universidad. A veces sentía que explotaría en cualquier momento, y para mí, la única forma de liberar tensión en momentos como esos, era llorar. Sí, como lo leyeron. Me es inevitable, pues es la forma más liberadora que encuentro y además, no es como si pudiera detener las lágrimas que empañaban mi rostro, sin olvidar el enorme nudo en la garganta.

Pero de eso se trata la vida, de eso se trata esta etapa en la escuela. Estudiar. Formarse para ser una persona algún día, para poder estudiar la carrera que definiría nuestras vidas, nuestro destino.

Pero a veces se nos hace tan difícil y deseamos que todo pasara rápido. En esas situaciones nos agobiamos tanto que queremos graduarnos lo mas pronto posible.

Error.

El peor error es querer apresurar las cosas, pues hay que disfrutar cada etapa de la vida. Ir creciendo poco a poco. Pero eso, muy pocas personas lo valoran y lo más triste, es que se dan cuenta de ello cuando ya todo se ha acabado. Sólo quedan recuerdos, que a duras penas recordaríamos con el paso de los años.

Así que les doy un consejo de todo corazón:

Si estás en la secundaria o todavía no has finalizado la escuela, disfrútala. Sal, diviertete, aprovecha el tiempo con tus amigos, pues en cualquier momento se pueden ir. Sé tu mismo y no tengas miedo de nada, nadie es mas que nadie. Simplemente, valora lo que te rodea, todo puede cambiar de un día para otro.

~L.S.R

Pensamientos de una adolescente introvertida. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora