Crecer.
Lo que los adolescentes más quieren, y lo que los adultos más aborrecen.
En realidad, nadie está preparado para hacerlo. Los años simplemente pasan, así como las manecillas del reloj nunca se detienen.
Sólo hay que tener una meta para que todo salga bien a medida que el tiempo transcurre.
Una meta, objetivo, sueño, deseo, o como quieran llamarle, puede ser tu salvación, ya sea siendo un buen estudiante con un brillante futuro, un buen padre o madre de familia, una persona con buenos vínculos sociales..., existen miles de casos en donde ese "objetivo" resultó ser el que "dio en el clavo".
Pero también hay millones de casos, donde puede ser tu perdición.
¿Un ejemplo? Claro.
Un adolescente presionado por sus padres, con miles de ideas en mente, sin un rumbo en concreto, decide estudiar una carrera por obligación para complacer a sus seres queridos, pero resulta que una vez graduado, se siente infeliz con las decisiones que ha tomado, y llega un punto de "no retorno".Donde el tiempo ya ha pasado.
Cuando no puede encontrar un empleo, o lo encuentra y no es bueno en él. Llegan las facturas, las compras diarias para mantener a una familia estable.
Y todo va en picada, ese momento en el que se da cuenta de lo cegado que estaba.
Todo, para terminar en una crisis económica grave. Ustedes pueden imaginarse el resto.
Ese, es un caso muy común.
"Uno en un millón".
Otro ejemplo, llamémoslo así, una persona que lo ha tenido todo, que nada le falta, pero que la vida le da un golpe inesperado, dejando como su "única" opción caminos ilegales.
¿Qué hicieron estas personas para merecer una vida poco agraciada?
¿La verdad? Nada.
Algunos le llaman suerte, otros destino. Otros pocos dicen que nuestras vidas ya estaban prescritas desde hace mucho.
Y lo único que queda por decir, la única cosa que una persona en su sano juicio pueda culpar, son las decisiones.
El tiempo pasa, nunca se detiene. Cada segundo parece un miligramo de oro perdido, oro que representaría nuestras vidas.
Una meta, objetivo, sueño, deseo o, como quieran llamarle, puede ser tu salvación o, tu perdición.
Por eso, respira.
Inhala.
Exhala.
Y decide.
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Pensamientos de una adolescente introvertida. ©
Teen FictionÉsta no es una historia como las demás. Como lo dice el título, son pensamientos de una adolescente que no puede expresarse libremente. Esta chica narra su infancia, sus distintas experiencias y como va creciendo poco a poco. Escenas, imaginaciones...