Pensamientos de una adolescente introvertida. ©

Fin

Ha pasado mucho tiempo, poco más de un año.

Las cosas, las personas, tu entorno, puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos, y me sorprende demasiado lo mucho que ha cambiado todo por aquí.

Claramente ya no soy la misma que hace un año, ni pienso igual, y tampoco actúo igual. Puedo decir con certeza que he madurado, me he hecho más responsable y de alguna forma, más fría con respecto a mis emociones.

Ustedes se preguntarán ¿y a mi qué me importa saber eso?

Pues les quiero dejar una pequeña moraleja, lección de vida, consejo, o como quieran llamarle.

Empecé a escribir porque encontraba aquí el espacio ideal para desahogarme en secreto, sin embargo, siempre he querido que alguna persona por accidente me descubra, porque ¿para qué mentir? Casi siempre habrá algo, en lo más profundo de nuestros pensamientos, queriendo que seamos descubiertos, ya sea guardando minuciosamente un secreto, encerrando nuestras emociones en un cajón dentro de nuestra mente, o simplemente se puede tratar también de una boba travesura.

Ahí estará esa punzada, ese casi inaudible susurro que suplica día y noche ser descubierto de una vez por todas, porque no existe valor, agallas o ganas de contarle a alguien lo que está sucediendo, lo que en realidad piensas y quieres decir pero no lo haces por miedo a cualquier razón que hace que te aferres a tu silencio.

Muchas veces sientes que tienes la oportunidad de abrirte con una persona que piensas que es de confianza, contarle todo de ti y que pase lo que tenga que pasar. Más coloquialmente "mandar todo a la mierda". Pues déjenme decirles que eso se siente jodidamente bien, siempre y cuando lo hagas con la persona correcta. Pero no todo es tan fácil, claro que no.

Tú nunca sabrás cuál será esa persona ideal, ni siquiera al contarle te darás cuenta si fue la indicada o no.

Lo digo porque ha sucedido conmigo. Hace un año, una persona que consideraba muy cercana se ha vuelto en una que solo me habla para pedirme favores. Y cabe destacar que le había contado todo de mí.

Lo digo porque un grupo de "amigas" después de darme consejos y salir conmigo, ya ni me hablan ni me llaman para salir.

Lo digo porque todo puede cambiar, en un abrir y cerrar de ojos. Y quiero que tú te des cuenta de ello.

¿Quién iba a decir que de las personas que más dudaba, terminaron siendo las más cercanas a mí?

¿O que las personas que en su momento me trataron de maravilla, se han vuelto unos completos desconocidos?

¿Quién iba a decir que esta chica cumplió uno de sus más grandes sueños, que era el de conocer a un chico que la ame y la valore? Puede sonar estúpido, pero lo encontré cuando menos lo estaba buscando, y en vez de causarme felicidad, siento miedo, me causa pánico. Porque es una situación demasiado complicada, y termine de la forma en que termine, los dos saldremos demasiado lastimados.

A veces quisiera devolver el tiempo y hacer las cosas de manera distinta.

Pero a veces también me digo que todo lo que ha sucedido debió ser así, justo de esa forma, para poder afrontar nuestros actos, para saber tomar decisiones y hacernos responsables de lo que hacemos de una buena vez.

¿Que si me arrepiento?

Puede que sí, puede que no. Ya pasó, no puedo cambiar nada, pero si puedo hacer algo, y es afrontar lo que he hecho, lo que he vivido y lo que he causado. Porque yo misma lo deseé, porque yo quise todo esto y porque yo fui la que tomé todas las decisiones que me llevaron hasta acá, hasta este preciso momento.

Cuidado con lo que sueñas, pues se puede cumplir.

Personas que hace una semana estaban hablando contigo, hoy ya no están. Personas que nunca pensaste que extrañarías, hoy las estás echando de menos. Personas que nunca imaginaste que se irían, hoy están al otro lado del mundo tratando de comenzar una vida lejos de todo aquello que pueda perturbar sus futuros.

A veces nos confiamos tanto, pero tanto, que dejamos de valorar lo que de verdad importa.

Si una persona siempre ha estado contigo, no te sientas seguro de que el día de mañana también lo estará, porque nada está escrito en esta vida, así que mi consejo para ti es que veas las cosas desde otra perspectiva.

Mis consejos más sinceros:

Deja de pensar que eres el único que tiene problemas, pero tampoco los menosprecies. Siempre debemos buscar el equilibrio, esa balanza que nos brinda estabilidad.

No te quedes de brazos cruzados cuando algo no te guste. Exprésate, di lo que sientes, cambia las cosas a tu antojo siempre y cuando tengas argumentos válidos para hacerlo, más el debido respeto que requiera.

No confieses tus secretos, deja algo para ti, algo que nadie sepa. No es bueno contarle todas tus cosas a una persona que no sabes si te tratará diferente al siguiente día.

Estudia, por favor. Esto puede que suene un poco tonto, pero créeme, si estás estudiando una carrera universitaria, no la dejes, y más si no estás 100% seguro de lo que harás con tu futuro. Un título te puede servir de respaldo en cualquier parte del mundo. Si no te gusta tu carrera, haz un cambio, nunca es tarde.

No te quedes con tus conocimientos, haz cursos, descarga aplicaciones para aprender cualquier materia básica, lee libros de educación artística, investiga acerca de la historia de los países que más te llaman la atención, aprende un nuevo idioma ¡LO QUE SEA! Te servirá como cultura general, nunca está de más conocer cosas nuevas, además te ayudarán en tu formación como ser humano, todo se reflejará en tus principios y valores.

Y por favor, esfuérzate. En todo lo que hagas, esfuérzate. Porque no existe el "no puedo", porque en realidad si puedes, siempre y cuando lo desees tanto, tanto que el universo esté cansado de verte intentándolo una y otra vez, que al final te lo otorgue, porque te lo mereces.

No pierdas la fé, todo pasará, ya verás que lo que viene será mejor de lo que ya se fue.

No pierdas la humanidad que existe en ti.

No te pierdas a ti.

Vive.