Capitulo 3

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-¿Tiffani verdad?

La chica asintió tímidamente y extendió su mano, el chico miro la delicada mano de la morena y sonrió, después estrecho su mano con la de ella, tan suave como Nam imaginaba.

-Eric Nam, director del centro...- Se acomodo en su silla y ojeo unos papeles por encima. Miro a la chica de arriba a abajo. -Tome asiento, por favor.

La chica hizo lo que Nam había dicho. Una mirada y pum, momento incomodo para ambos.

-Parece una mujer de pocas palabras, en su currículum no ponía nada relacionado con la timidez.

-Las apariencias engañan Nam, por eso estoy aquí.

-Claro, por eso esta aquí.- El chico le entrego los papeles que antes tenia en la mano, ella los cogió y los miro por encima. -¿Ocurre algo?

-No, solo que...- Sonrió. -No me encuentro muy bien, no estoy acostumbrada al clima de Corea.

-¿Clima?- Nam recordó la nacionalidad de aquella extrajera. -Usted es de Los Estados Unidos, ¿Texas?

-Florida.- Tiffani observo el marco en la mesa de Nam, habían una mujer y una niña en el, seguramente su esposa y su hija. Era joven y atractivo no tenia pinta de director de instituto y mucho menos de padre.

-Mi hija Jane y Solar, mi esposa.- Sonrió Nam mirando el marco, a penas podía pasar tiempo con ellas y esa foto era la único que le hacia sentir bien en ese despacho, bueno quizás en estos momentos no era lo único. -¿Usted esta casada?

-Yo...- La chica miro la foto una vez mas y volvió a mirar a aquel director. -No, divorciada.

-Pues aquel hombre era un idiota...- Nam siguió hablando y Tiffany desconecto y pensó en su matrimonio, todo tan frío, oscuro y doloroso, odia pensar en eso pero odia aun mas a ver permitido que durara tantos años. -¿Le ha quedado claro? A las 16:39 en la biblioteca.

-¿Biblioteca?- No ha escuchado nada de lo que Nam había dicho y se asiente como una idiota en estos momentos.

-Si, ¿No cree que sea un buen sitio para la primera sesión del club de apoyo?

-Oh claro.- Sonrió. -Perfecto, la biblioteca es perfecta Nam.

-Vale, vamos le enseñare un poco el instituto.

En otro lugar no muy lejano numerosos besos aterrizaban en el cuello de una chica rubia, se estremeció en su cama cuando sintió una caricia debajo de su camiseta, inmediatamente el chico se deshizo de su camiseta y mas tarde de sus pantalones quedándose casi desnudó, ella quería hacer lo mismo pero no podía, no quería hacerlo...

-¿Pasa algo?- Pregunto él preocupado. -¿Te encuentras bien Wendy?

Ella solo asintió con la cabeza y acaricio el pelo del chico que estaba encima de ella atrayendo su cabeza para poder besarlo. Un beso corto que no duro mucho, quizás lo suficiente para que Hoseok se pudiera dar cuenta de lo que le pasaba a su novia.

-¿No vas a quitarte la camiseta?

-No quiero, hace frío.

-Puedo cerrar las ventanas o poner la calefacción.

-Entonces haría calor.

Hoseok miro a la chica con desaprobación y se sentó en la cama, ella suspiro y cerro sus ojos con fuerza, sabe que la va a acabar dejando, el ya esta harto, ya no la quiere, nadie la quiere, nadie quiere a una vaca.

Wendy abrazó el cuerpo de Hoseok con fuerza y apoyo su barbilla en el hombro del chico.

-Me gusta tu cuerpo, me gusta acariciar tu cuerpo, me gusta besarlo...- Susurra Hoseok con la vista fija en el suelo. -Te adoro Wendy, te amo, quiero que vuelvas a ser tu.

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