Capítulo 26

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Alex Martinelli (Pov)


Martinelli Enterprise Inc.

Sala presidencial

Viernes 16 de Junio, 2017.


-¿¡TRILLIZOS!? –Gritó Isabella a los cuatro vientos cuando le di la noticia- ¿¡Pero qué embarazaste tú!? ¿Un conejo? –Solté una risa profunda y pasé mis manos por la cara-

-En serio que estoy tan en shock como tú y eso que han pasado dos días, –dije aun con las manos sobando rústicamente mi cara, mis codos apoyados en el escritorio- Estoy jodida Isa –Suspiré con frustración-

-¿Qué pasa Ale?Isabella se acercó a mí con el ceño fruncido-

-Tengo miedo de no ser suficiente para ellos, es decir, ni siquiera sé poner un maldito pañal y ahora tengo que aprender a cambiárselo a 3 seres, bueno 4 si Lucia no deja de orinarme en las mañanas. –froté mi sien mientras Didi se dedicaba a soltar una risa sonora. La miré con el ceño fruncido-

-Vale, vale. No me mires así señaló con su dedo- Venga, para tu culo gordo de ahí y vamos a un lugar puse cara de confusión y con las manos hice un gesto exigiendo una explicación- ¡LEVÁNTATE MUJER Y SÍGUEME NOMAS!Resoplé frustrada de nuevo y me paré de mi escritorio-

-Mejor que me lleves a un sitio donde implique alcohol o te juro que te despido –dije bromeando, tomé mi bolso pequeño en el que siempre llevaba efectivo, tarjetas y mis documentos personales-

-¡Uy! Pero miren nomas ¡qué miedo! Rodó los ojos y comenzó a empujarme hacia afuera, ya que mi ascensor privado estaba en remodelación y mantenimiento-

Al salir de mi oficina me encontré cara a cara con Samuel Smith, juro que quería estampar mi puño contra su maldito rostro pero la vocecita de mi mujer estaba presente en mi cabeza cada vez que quería hacerlo "No Martinelli, así no solucionarás nada. Apégate al plan" Suspiré conteniendo mis ganas de golpear al imbécil este y sonreí lo más falso posible.

-Señora Martinelli se acercó mi secretaria quien siempre me veía con respeto-

-Dígame señorita Kunnis hablé en tono de jefe y ella me sonrió-

-A las 2 tiene la reunión con los rusos para hablar sobre el dichoso hotel que quiere instalar en sus tierras. A las 4 es la cita con Amanda, la joven periodista. Y por último su mujer me mandó a decirle que por favor se acordara del bar familiar que tenían como proyecto. Abrí los ojos recordando que tenía que pasar por allá, pues Ángeles me había dicho que por fin habían terminado de instalar y remodelar todo-

-Vale, muchísimas gracias volví a sonreír-

-Hola señora Martinelli esta vez era el imbécil de Smith-

-Hola señor Smith ¿a qué debo la visita? –Pregunté levantando una ceja-

-Bueno, necesito un asistente. Verá, en la remodelación uno de mis hombres se lesionó y necesito a alguien que vigile a los obreros mientras yo me encargo de otras cosas –asentí a lo que estaba diciéndome-

-Vale, está bien. Señorita Kunnis, contacte a los posibles obreros que cumplan con las exigencias que pide el señor Smith –mi secretaria asintió- Bueno sin más nada que decir, hasta luego señores.

Caminos Encontrados.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora