Capítulo 31

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Alex Martinelli (Pov)



Los Ángeles Miércoles 2 de Octubre del 2018.


Universidad UCLA

Comercio Internacional

Salón 101.


10:00 a.m.


-Clase, hoy veremos el principio de los tratados internacionales. -el salón hizo silencio-

El profesor Edgar, un doctor en el área de economía y un tipo muy simpático, que, con sus lentes cuadrados, su panza y su poco cabello entró al salón con su particular maletín negro y camisa blanca con corbata.

Suspiré audiblemente en fastidio sacando mi portátil.

No quería ver clases ese día.

Unos toques a la puerta llamaron la atención del profesor quien estaba antes de ello, escribiendo notas sobre el pizarrón.

-Buenas... -Dijo una chica alta y hermosa- por favor con Alex Martinelli -arrugué el entrecejo-

El profesor me miró y asentí entendiendo que debía ir.

- ¿Hola? -dije a aquella chica-

-Hola -soltó una pequeña risa- mi nombre es Diana Jones. -extendí la mano sonriendo-

-Un placer, creo que ya me conoces -ella volvió a reír- ¿qué se le ofrece?

-Bueno, te parecerá tonto y de primaria, pero te vine a buscar porque mi amiga quiere conocerte. -abrí los ojos en sorpresa y reí-

-Interesante.

-Si quieres puedo esperar para que salgas de clases.

-Oh no, no será necesario. Igual quería huir. Ya vengo

Entré en silencio para buscar mis cosas y retirarme.

-Se me ha presentado una emergencia, disculpe. -el profesor asintió y volví a salir-

Diana, la chica alta que me había sacado antes se encontraba viendo su celular y ahora de la mano llevaba un niño de unos 2 años.

-Listo -Hablé llamando su atención haciendo que sonriera-

-El es Ángel. -el niño me regalo una risa infantil y me alzó los brazos-

Miré a la chica y ella asintió en aprobación haciendo que cargara al niño.

-Hola pequeñín ¿cómo te llamas?

- ¡Anyel! -reí ante la emoción infantil del pequeño-

-Bueno, vamos al café que allá nos esperan. -Me guiñó el ojo y reí ante su picardía-

- ¿Es tuyo? -ella asintió sonriendo- es hermoso.

-Gracias, igual que tu. Si no le gustaras a mi amiga no tendría problema en invitarte a salir. -volví a reír acompañada con ella-

-Oh, que halagador.

Caminamos un rato por los pasillos de la universidad, atravesando los jardines para llegar a la cafetería mientras manteníamos una grata conversación.

- ¿Es bonita tu amiga?

-Si te gustan las catiras, si. -Solté una pequeña risa-

Nos detuvimos frente a una cafetería de estilo rústico, todo era madera y paredes oscuras, una biblioteca pequeña dando un aire cálido. Al fondo sonaba una música juvenil.

Caminos Encontrados.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora