— ¿A qué te refieres? —Preguntó el Jefe.
— No lo sé.
Narra Aubrey
Si seguía así ese tal Jefe se va a desesperar de mi, por lo que decidí seguir hablando para molestarlo un poco.
— Estarás compartiendo apartamento con cuatro chicos. Mañana te daremos toda la información de ellos, también recibirás la educación por internet aquí mismo en el Pentágono —Explicó el compañero del Jefe.
— ¿Pregunté? — Dije con descaro.
— Ya es tarde... Mañana llegaremos por ti en la mañana —Fueron sus últimas palabras antes de levantarse.— Y, por cierto, cuidado con lo que dices —Mencionó al cerrar la puerta.
No pasó tanto tiempo para que después apagaran las luces, dejándome en total oscuridad, rodeada de mis pensamientos y de un silencio aterrador. Mi sudor era frío, mis manos se movían desesperadamente y en mi cabeza los mismos pensamientos se movían en círculos una y otra vez
«¿Mis cosas?¿Mis estudios?¿Mi trabajo?»
Después de pasar una mala noche intentando dormir, desperté unas horas antes de que volvieran a encender las luces, cuando las encendieron una chica paso por la puerta. Es de estatura baja, su cabello es negro igual que el mío pero sus ojos son de un azul brillante que resaltaban mucho con esa bata blanca
— Te traje comida —Acompañada de una cálida voz, puso en la mesa un plato de comida.
Era un poco ilógico que me dieran de comer aún sujetada de todas partes, mi reacción no fue más que arquear mis cejas mientras la miraba.
— De verdad te ayudaría a quitarte lo que tienes puesto, pero no me dan el permiso.
Con una sonrisa se sentó en la silla frente a la mesa, poniendo unas hojas sobre la mesa.
— Soy la psicóloga Jane Miller, me puedes decir Jane si es que gustas —Acomodó sus lentes
— No pregunté —Susurré.
Solo me quede mirándola.
— Bueno... Por lo que me explicó el Jefe, sé que tienes problemas con los recuerdos de tu familia, yo vine aquí para poder ayudarte a superarlo— Mencionó al mirarme a los ojos —Sólo tengo una hora para ayudarte así que mejor empezamos.
— No necesito ayuda — Dije
— Si la necesitas.
— No.
—Si lo haces.
Era claro que ella es más terca que yo, por lo que me quedé en silencio mientras dejaba que me explicara cosas que yo ya sabía.
— Yo se que te sientes infeliz en este lugar, pero sólo quieren que no causes problemas, puede que te de gusto verlas sufrir pero a nosotros no.
— ¿Usted cree que me gusta ver a las personas sufrir? ¿Cree que me pongo feliz cada vez que veo a alguien llorar o sufrir cuando pierden a un ser querido? Yo se lo que se siente y se siente como si una parte de tu gran vida se desmorona ¿Cree que le deseo eso a alguien? —Contesté enojada, sin pensar mis palabras.
— Se perfectamente lo que sientes —Ella se apoyó en la mesa.— Pero por tu actitud en este poco tiempo que llevas aquí, todos piensan que si lo haces.
— No importa
— Mira... Lo que planean hacer contigo es hacer un equipo para ayudar al mundo, y como habías dicho, te importan los sentimientos se las personas.
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Aubrey: Los Problemas del Pasado
ActionAubrey Onorius. Los diez y siete años que para ella han sido años de dolor y soledad que comparte con un don especial al que no le da mucha importancia, ella puede crear hielo cuando ella lo desea. Conforme pasan los años una persona busca venganza...