Aubrey: Los Problemas del Pasado

Capítulo 38

  No pasó mucho tiempo para que llegara el presidente a supervisar, pero para sorpresa del Jefe llegó Tyler con él.

— S-señor, veo que nos acompaña Tyler —El sonrió un poco nervioso, Tyler solo lo saludó.

—  Tyler quería ver a su hermana, no de lo iba a impedir, Alexander ¿Dónde están?

—  Están en sus habitaciones, en un momento pasarán a comer. Están invitado —Me le acerqué a Tyler y le mostré el camino — Yo lo guío.

— Gracias, John.

  Llevé a Tyler a las habitaciones, todos los chicos estaban en la sala con Miller en su respectiva sesión, mientras, Aubrey estaba en su habitación.

Narra Tyler

  Después de saludar a los chicos fui directo con Aubrey, de que no me recibirá bien pero nada cuesta el intento.

— ¿Aubrey?... —Toqué la puerta esperando una respuesta, para mí sorpresa, respondió rápido

— Entra —Ella abrió la puerta rápidamente y me jaló el brazo para después cerrar la puerta.— ¿Cómo se llamaba padre?

— ¿No sabes su nombre?

— Cuando murieron yo tenía 4 años, por supuesto que no me acuerdo, Tyler.

— Aiden Onorius ¿Estás bien?¿Qué te pasó en la cara?— Noté que Aubrey tenía un moretón en la feente, también algunos en el cuello y me acerqué a ella.

— No importa ¿En qué trabajaba antes de tenerlos? —Sus ojos se cambiaron de color a un gris, después se puso a buscar su sacó.

— Aubrey, estás muy lastimada ¿Cómo te hiciste eso? —La tomé de los hombros y la miré fijamente, miré sus moretones con cara de confusión.

— Me caí cuando dormía. Contesta lo que pregunté —Aubrey se quitó inmediatamente en cuanto la toqué.

— Era policía, lo fue muchos años hasta que nací yo —Hice que se sentara y miré sus moretones, sabía que no se los había hecho dormida.

— ¿Cómo conoció a mamá? —Los ojos de Aubrey se tornaron en un azul en cuanto empecé a examinar sus moretones.— Déjame, no tengo nada.

— Según lo que recuerdo, él la salvó cuando estaban rescatando a unos rehenes atrapados en un centro comercial.

  Tocaba levemente los moretones del cuello y podía ver como en su cara se mostraba dolor, ella tan solo quitó mi mano de allí.

— ¿Sabes si el Jefe y padre se habían conocido antes? —Esa fue su última pregunta antes de que se le cristalizaran los ojos.

— Si... Creo... Padre salía mucho después de que naciste y a veces él iba a la casa según recuerdo. Verlo aquí... Me dió mucho enojo.

— ¿A-alguna vez t-te ha hecho algo? —Esa pregunta me hizo pensar, tal vez Alexander le había hecho algo y yo no me había dado cuenta, era un mal hermano.

— ¿Cómo qué, Aubrey? —Me senté a lado de ella y la miré.

— ¿Lastimado? ¿Te ha lastimado?

Narra Ray

  Estábamos en la sesión de psicología con la señorita Miller, pero no fue igual que las demás, fue un poco rápida y nerviosa pero aún así nos sirvió.

— ¿Entonces no comen postres? —Al terminar la sesión Connor empezó a preguntar acerca del pentágono, le explicamos lo que sabíamos.

— No, dicen que la azúcar así es mala —Explicó Aaron.

— Pero si nos dan unos buenos tacos.

— ¿Qué son "tacos"?

— ¿No sabes qué es un taco? Un taco es una belleza, es algo que no se puede explicar con palabras.

— En verdad si se puede... Es una tortilla con carne en medio —Explicó Scott.

— Lo dices sin amor.

  De pronto Aubrey y Tyler salieron de su habitación, ella como siempre se miraba hermosa aún con su cara de preocupación.

— Hablando de belleza... Buenos días Aubrey.

— Buenos días, Ray —Tyler me saludó con una voz seria, más de lo normal.— Aubrey me acompañará, con su permiso.

  Ambos salieron de la habitación fin decir nada más, nunca se les ve juntas y mucho menos serios. El Cap todavía seguía allí y los miró con curiosidad.

— ¿A dónde van? —Preguntó Connor al Cap.

— No lo sé... El señor Tyler se veía diferente. No nos miraba de la misma manera— El Cap pensante se sentó en la mesa y nos miró.

— ¿Cómo han visto a Aubrey últimamente? —Scott parecía preocupqdo

— Hermosa —Contesté.

— Triste —Respondió Aaron.

— Herida —Dijo Miller.— Está peor que antes, contesta con más confianza pero sus respuestas son peores que antes.

—¿De qué habla?

— Antes solo se dedicaba a contestar con una palabra "si", "no", "mal", hace días le había hecho una pregunta y me respondió con un "mal", le hice la misma pregunta hoy y me dijo "la verdad, peor que antes" y... No está bien.

— Nunca lo ha estado... Ha sufrido por demasiado y creo que ahora lo hace más —Aaron miró al Cap.— Alguien le hace algo y creo que sabemos quién es.

— No hay duda.

— ¿De quién hablan?— Preguntó Connor.

— Bueno, a ti no te ha hecho algo, por eso no lo sabes. El Jefe ha maltratado a la mayoría de aquí —Dijo el Cap.

— ¿Cómo qué?

— Demasiado como para explicar ahora.

  Que no decir del Jefe, el siempre ha hecho lo posible para que le hiciéramos caso, gritos, regaños, castigos, era como un pésimo padre drogadicto, solo le faltaba ir por cigarrillos. Pero tuvimos que aprender a vivir con él. Supongo que el que más sufrió fue Aaron pues fue el que llegó primero.

Narra Tyler

— Padre... ¿Podríamos hablar contigo un momento?

  Mi padre estaba en la sala de junta con Alexander él estaba muy ocupado hablando con el Jefe pero decidí interrumpirlo para hablar con el sobre Aubrey, después de la pregunta que me hizo empezó a llorar y no me sentía cómodo por eso, aparte, se dejó abrazar y sé que es muy raro eso en ella.

— El señor presidente está muy ocupado, no puede hablar ahora —Alexander no estaba muy feliz por ver a Aubrey, puso una cara de disgusto al verla.

— Por supuesto, Tyler ¿Qué necesitas? —Mi padre le sonrió a Alexander.

— En privado, por favor.

— Bien, solo déjame termino de hablar con Alexander, no tardaremos mucho, hijo.

— Gracias.

  Cerré la puerta de la sala y dirigí mi mirada a Aubrey, ella seguía con su mirada triste, me miraba fijamente y podía notar que gritaba por ayuda en su interior, pero nunca dice nada, nunca se quiere expresar y quisiera saber por qué.

— ¿Quieres hablar de cómo te sientes?

— No...

— ¿Segura? Se que por mucho tiempo pensaste que no me interesaba en ti pero que sepas que no es así, por favor.

  Ella no contestó, solo se le quedó viendo al suelo sin decir ninguna palabra hasta que mi padre salió de la junta.