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Esto es el colmo, a Einar se le ocurre entrar en celo haciendo que deban huir y yo aquí. Caminando para llegar a casa.

-¡¿Qué hice?! -exclamo comenzando a correr, debo llegar lo más rápido que puedo. Sé que Einar estará a salvo con Lejo porque no le afecta su celo pero... ¡¿Quién lo salvará a él de mi hermano?!

Continúo corriendo hasta llegar a casa, suspiro al no oír "sinfonías de amor" pero eso no quiere decir que no estén haciendo algo -¡Einar! -exclamo al entrar a su cuarto y lo encuentro sentado en su cama mientras que Lejo lo observa desde un rincón. ¡¿Qué pasó?!

-Tranquilo, ya me inyecté los supresores. -me dice sin apartar la mirada del gamma. Por el amor de Luna, está temblando.

-¿Lejo? -me acerco a él pero continúa con la mirada perdida, lo sacudo un poco y no reacciona -¿Qué le hiciste? -le pregunto a mi hermano con el ceño fruncido.

-Yo s-sólo... Creí que...

-¿Cuántas veces debo decirlo? Él no es un alfa, no está a costumbrado a nuestro estilo de vida. ¡Mira cómo lo dejaste! -lo regaño mientras que mi hermano baja la cabeza.

-Está bien... -escucho a Lejo hablar, al fin salió de su transe -Me alegro saber que no estás enfermo. -se dirige a Einar y luego se pone de pie para salir de la habitación en silencio.

-¡¿Ves?! No le hice nada. -me grita cuando arroja una almohada a mi cara.

Yo rodo los ojos, para luego sonreír malicioso -¡Eres omega! -me burlo apretando sus mejillas -Que lindo y adorable omega. -y vuelvo a recibir un golpe pero ahora con su mano. Que humor.

-¡Sal de mi habitación!

En la noche~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Lejo parece estar bien después de todo, sin embargo no se acerca mucho a Einar por precaución. Por otro lado yo estoy muy preocupado, siento que mi celo se acerca y temo que mi alfa haga de las suyas. No puedo controlarlo y no sé de lo que es capas estando en ese estado, tampoco quiero averiguarlo.

-Q-Que raro... empieza a hacer mucho calor. -murmuro quitándome las sábanas de encima. ¡Carajo!

Mi beta, mi beta, mi beta. ¿Dónde está? Debo encontrarla ahora

-Cálmate, no es la primera vez que entras en celo y debes controlarte. -me digo mientras voy al baño, salgo con cuidado para no despertar a Lejo. Nada es nuevo, el calor, la baba, también las molestas erecciones, lo normal.

¡Evelyn!

Siento como mi cuerpo se tensa por completo, no puedo moverme hasta que una sonrisa de dibuja en mi rostro sin mi consentimiento -Mi beta. -digo tomando mi abrigo, a estas horas de la noche todos están durmiendo y nadie podrá detenerme. No quiero hacerle daño a Evelyn.

Para, no puedes hacer esto. Piensa en Evelyn.

-Eso hago. -me respondo a mí mismo mientras camino por la calle completamente descalzo. Las personas que pasan me miran confundidas, también unas omegas, trabajadoras de la noche, se me insinuaron pero mi alfa les gruñó para que se alejaran. Él sólo quiere a Evelyn.

Le harás daño, basta.

Comienzo a entrar en pánico cuando veo que estamos llegando a su mansión, mi alfa salta la reja sin problemas y no se molesta en golpear la puerta. Simplemente escala hacia la ventana de Evelyn -La necesito. -murmuro al verla en su cama. Se ve tan linda durmiendo, su cabello revuelto y esos pequeños ronquidos que sueltan la hacen ver adorable.

¡No la molestes!

-Mi beta. -susurro estando a unos centímetros de su rostro. Ella gira dejando su cuello al descubierto, no sé si lo hace a propósito pero eso le viene de maravilla a mi alfa. Hace que esconda mi rostro en su cuello y comience a dejar cortos besos que se vuelven más necesitados a cada segundo, estoy dejando marcas en su piel. Ella continúa dormida mientras yo me posiciono sobre su cuerpo con mucho cuidado, quité las sábanas de su cuerpo y toco su pequeña cintura bajo la ropa.

Versión AlfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora