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-Deja de seguirme. -habla Einar mientras camina y siente los pasos de cierto muchacho a sus espaldas.

-No. -responde simplemente estando detrás del omega.

-¿Por qué no te vas con esas omegas? Son mujeres. -habla molesto, aún puede sentir el olor de las omegas en la ropa de Alejandro, quiere abrazarlo y dejar su propio aroma en él pero sabe muy bien que no debe hacerlo.

-No las conozco, además debo acompañarte a donde vayas. -comenta el gamma teniendo las manos en sus bolsillos. En ese momento comienza a sentir un olor extremadamente dulce que proviene del omega, él huele el aire dando unas profundas respiraciones y se acerca al menor -Volviste a oler bien. -comenta mirando a su alrededor, los alfas que están en la calle se percataron del pequeño omega en celo y no dudan en acercarse para reclamarlo.

-¡Esto no debería pasar! -exclama desesperado sosteniendo su vientre, el calor que siente en su interior es insoportable. Inconscientemente usa su llamado, haciendo que los alfas se acerquen desesperados.

Lejo recuerda lo que sucedió en la convención y aparta a los golpes a esos alfas dejando a Einar sorprendido, jamás pensó que el gamma fuera agresivo pero está ahí, luchando contra fuertes alfas -Sube. -le da la espalda permitiendo que el omega rodee sus hombro con los brazos y lo levanta para huir de allí.

-¡Dame el omega! -grita uno de los alfa utilizando su voz, todos se sorprenden al ver que el muchacho no se detiene.

-¡Él será mío! -dice otro estando detrás de ambos. Los están persiguiendo.

Einar cierra los ojos al sentir las manos del mayor en sus piernas, él lo está sosteniendo para no caer, pero no puede evitar gemir al imaginar esas manos recorrer todos su cuerpo. Tampoco puede detenerse mientras frota su cabeza contra esa fuerte espalda para impregnar su olor en todo el cuerpo del gamma.

-Ya estamos llegando. -dice Lejo viendo la casa, los alfas quedaron muy atrás, rápidamente entran al lugar seguro y cierran la puerta con llave.

-Ah, d-duele mucho. -se queja Einar mientras que el muchacho lo deja sobre su cama luego de haberlo llevado a su habitación.

-¿Qué puedo hacer para ayudarte? -pregunta Lejo, temiendo que si no hace algo el pequeño muera.

-Tú p-puedes...

Alfa, alfa. Suplica su omega interior desesperado. De nuevo suelta un chillido, su omega está controlando su cuerpo y en cualquier momento saltará sobre Lejo.
Y como lo temía, toma al mayor rodeando los brazos por su cuello para tenerlo mucho más cerca.

-Puedes tomarme. -susurra escondiendo su rostro en el cuello del gamma, no le importa que no tenga olor, se conforma con sentir su calor muy cerca de él. Lejo queda paralizado por un momento y luego trata de alejarse pero Einar no se lo permitirá. Hasta enreda sus piernas por la cintura al mayor.

-Einar, basta. -intenta sonar firme pero el miedo es evidente en su voz, también se encuentra confundido porque le agrada de alguna forma estar muy cerca del omega, le gusta su olor y también la suavidad de sus manos cuando lo tocan. Sin darse cuenta, él también está cayendo ante el omega en celo y sus encantos.

-Hazme tuyo. -le susurra.

-¿Q-Qué? Es... No, yo... -Lejo trata de apartar al omega de él pero Einar parece estar adherido a su cuerpo. Necesita ayuda y se dispone a buscar a Cameron por toda la casa con el omega en su espalda.

-Regresemos a mi habitación. -le suplica Einar estando colgado por su cuello.

-Eh... ¡Cameron! -exclama desesperado mientras revisa toda la casa, abriendo puerta por puerta pero nada. Tampoco está Eyra, en su lugar encuentra una nota de Cam diciendo que fue a buscar a su hermana ya que escapó de la casa de nuevo.

Versión AlfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora