Más vale recordarlo, sino no hay problema, yo estaré dispuesta a hacer que lo recuerdes, hasta con el más mínimo detalle. Después de todo, por algo son las cartas, ¿no?, para recordarte aquel momento donde no existía problema alguno (al menos para mí) solo dos personas intentando enfrentarse a un instituto lleno de irritantes estudiantes.
Donde irónicamente sólo existíamos los dos contra el mundo, vale, eso sonó demasiado empalagoso y siento decepcionarte, pero esto no es una novela romántica.
Ya, dejo el rollo. Es hora de contar nuestra historia, ¿Estás listo?
Yo espero que sí, sino tomate el tiempo que desees para continuar leyendo, no hay de qué preocuparse Alex; a menos que algo de lo que diga aquí cambien los hechos de una manera radical.
Porque solo hay dos versiones de esta historia, la tuya y la mía.
