Me asusté, muchas cosas podrían pasar a esas horas de la madrugada. Pero no sucedió nada de lo que esperaba, al contrario, vinieron a rescatarnos.¿Y quién nos rescató? Tú Alex, tú lo hiciste. Hiciste tu mayor esfuerzo, pero fallaste, aquello era imposible de reparar.
Así que decidiste darnos un aventón y prometer luego llevar nuestro auto hasta tu hogar, hasta que alguien pudiera venir a repararlo con tranquilidad a la mañana. Mamá no estaba muy confianza, pero tus buenas acciones y tu carisma lograron cautivarla, hicieron que inmediatamente te la ganaras.