Capítulo 2: Destinado a la grandeza desde antes de nacer.

638 28 4
                                    



Capítulo 2. Destinado a la grandeza desde antes de nacer.

Ya sé que el título de este capítulo, además de idiota, suena bastante presuntuoso. ¿Estoy destinado a ser grande incluso desde antes de haber sido concebido? Bueno, eso depende más de mí que del camino que alguna estrella o hado hayan trazado para mí, pero desde que tengo noción de la realidad la gente que me rodea me ha dicho eso, con estas o con otras palabras, que estoy "destinado a la grandeza". Esta estupidez se refleja incluso en mi nombre occidental, Enzo, que significa "el Victorioso" en italiano. En honor a la verdad, no me agrada mucho mi nombre occidental por considerarlo demasiado presuntuoso, por eso es que casi no lo uso. De entrada, que un japonés y una mexicana decidan ponerles un nombre japonés y uno castellano a cada uno de sus hijos me parece totalmente rebuscado. ¿No podrían haber elegido o uno japonés o uno castellano en vez de uno de cada uno?

Así pues, gracias a esto es que a mí me tocaron dos nombres en suerte, Enzo y Daisuke. El primero fue elección de mi madre (la encargada de los nombres en castellano) y el segundo se lo debo más que nada a mi bisabuelo paterno, fallecido mucho antes de que cualquiera de sus bisnietos naciera. Tengo entendido que Daisuke Wakabayashi senior fue un apoyo muy importante para papá cuando éste era joven, y que fue el único que aprobó su matrimonio con mamá, así que era lógico que mi padre quisiera honrarlo poniéndole su nombre a su primer hijo varón. No me desagrada el nombre de Daisuke (siempre y cuando deje de lado su verdadero significado), todo lo contrario, pero si pudiera me quitaría el Enzo. Se parece tanto al nombre de papá que hasta tengo la impresión de que éste es el motivo por el cual mi madre lo eligió.

Después de tanta cháchara innecesaria, volvemos al punto de que el chiste es que estoy destinado a ser un vencedor, supuestamente. Cuando Jazmín tenía poco de haber nacido, algún gracioso le hizo el comentario al gran Genzo Wakabayashi que sería una lástima que no tuviera un hijo varón porque no tendría quién continuara con sus experiencias futboleras ya que, aunque en estas épocas modernas las mujeres también juegan fútbol, mi padre no quería que su pequeña florecilla practicara sóccer al crecer. Por supuesto, el que ese mismo malintencionado mencionara que la dinastía Schneider sí tendría un heredero no contribuyó a que papá se sintiera tranquilo; quizás por esto es que desde que mi madre estaba embarazada de mí se tenía la expectativa de si sería yo otra niña o el tan ansiado varón. Papá quiso que mamá se hiciera un estudio para saber cuál sería mi género pero mamá se negó enérgicamente porque se dio cuenta de cuáles eran las intenciones de mi padre.

- Lo vamos a querer igual sea hombre o mujer.- mamá retó a papá.- ¿O no?

- Ya sabes que sí.- se defendió papá.- Es solo que...

- ¿Es solo que qué?.- mi madre ya estaba enojada.- ¿Qué vas a caer ante los comentarios estúpidos de tus compañeros de equipo? ¿Ansías más el tener un hijo para que siga tu camino que el tener un bebé sano? ¿O es que eres tan machista como ellos que no puedes imaginarte a una hija tuya jugando fútbol?

- Sabes que eso no es así.- respondió papá, a la defensiva, aunque mamá tenía razón en lo último.- Pero es que no quiero que Jaz se lastime jugando, el fútbol es un deporte peligroso y...

- ¡Son más peligrosas las caídas desde un caballo en movimiento y aun así quieres comprarle uno a pesar de que no ha cumplido ni los dos años!.- gritó mi madre.- Mejor admite abiertamente que tu ideología no te permite visualizar a una hija como tu sucesora y que por eso deseas tanto un varón.

- Yuri, trata de entenderme, por favor.- pidió papá, usando el apodo cariñoso que le puso.

(Yuri, por cierto, tiene el mismo significado que Lily pero en japonés. Nótese que mi padre tiende a japonizar todo).

Boku wa Wakabayashi Daisuke: Renewal [Captain Tsubasa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora