Capítulo 30. En medio de la tormenta.

199 14 76
                                    



Capítulo 30. En medio de la tormenta.

Si mi vida fuese una novela, en esos momentos en donde estaba siendo acusado de hacer algo que no hice se escucharía una música dramática de fondo y se le harían acercamientos innecesarios a la cara enojada de mi padre. Yo, por mi parte, sería enfocado por una luz que destacaría mi rostro de preocupación, segundos antes de que la escena se fuese a negro. Por supuesto, mi vida no es una novela y no sucedió lo que acabo de contar pero tengo la increíble habilidad de pensar idioteces cuando estoy estresado y estuve a punto de soltar una carcajada ante esta reflexión tan imbécil. Sin embargo, mi indignación era mayor que mi estupidez y esto evitó que se desencadenara el caos. ¿Se imaginan lo que el gran Genzo Wakabayashi me hubiera hecho si se me hubiese ocurrido reírme en ese momento? Sin duda que yo habría acabado como esclavo de algún árabe millonario, castrado y condenado a pasar mi vida dando de comer a los camellos.

Volviendo a lo importante, ¿alguna vez los han acusado de hacer algo que no hicieron pero, como se han metido muchas veces en problemas, ya nadie les cree cuando dicen que son inocentes? Sí, supongo que sí, no creo ser el único.

- ¿Qué cosa?.- exclamé, cuando mi padre me acusó de haber alterado mi calificación en francés.- ¡Yo no hice nada, no soy tan estúpido como para intentar hacer algo así!

- ¡No quiero que me mientas, Daisuke!.- respondió el gran Genzo Wakabayashi, furioso.- ¡Has llegado demasiado lejos esta vez, estoy muy decepcionado de ti!

- ¡Ya te dije que yo no lo hice!.- protesté, comenzando a enojarme.- ¿Por qué rayos no me crees, padre?

- ¡No me grites!.- mi padre me ordenó que dejara de hacer algo que él mismo estaba haciendo.- ¡Te creo perfectamente capaz de hackear las computadoras de la escuela para cambiar tu cuatro en francés por un uno!

¿En serio, papá? ¿Crees que sería tan tarado como para cambiar mi nota mínima aprobatoria por un excelente? Primera regla fundamental de un tramposo: no levantes sospechas. Si yo hubiese querido cambiar mi calificación, no me habría puesto un uno sino un dos, sería menos dudoso. Hay que ser verdaderamente idiota para hacer lo contrario.

- ¿Y cuándo se supone que hice eso, padre?.- cuestioné, tratando de no gritar.- ¿Y cómo? No tengo habilidades de hacker, por mucho que quiera fanfarronear con eso.

- Yo qué voy a saber.- respondió el gran Genzo Wakabayashi, fastidiado.- Pero si la escuela lo ha dicho por algo ha de ser. ¿O me vas a negar que hace tiempo hackeaste los correos electrónicos de Débora y Levin?

Ups, sí, maldita sea, eso sí fue verdad. La noche en la que los Levin llegaron a Alemania, mis amigos y yo nos divertimos rompiendo las contraseñas de las cuentas de e-mail de los padres de Erick, ya lo mencioné en el capítulo 5. Pero eso fue distinto, caramba, si adivinar una contraseña de alguien a quien conoces es de lo más fácil, pero entrar al sistema de calificaciones de la escuela, con tantos bloqueos, cortafuegos y sistemas de seguridad informática es más propio de un pirata informático profesional y yo no lo soy, caramba, que sólo tengo catorce años y no soy súper dotado, por más que quiera creer que sí lo soy.

- Papá, eso fue diferente, adivinar la contraseña de un correo convencional no es difícil.- traté de explicarme.- Pero entrar a un sistema escolar sí que lo es...

- Yo no sé nada de eso así que no intentes convencerme con palabras sin sentido.- el gran Genzo Wakabayashi movió la cabeza de un lado a otro.- Ya no confío en ti, Daisuke, me has decepcionado en verdad.

Boku wa Wakabayashi Daisuke: Renewal [Captain Tsubasa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora