Hospital

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Informe de último minuto;

Los medios informan que hoy a las 11:28 am, un atentado ocurrió en el Instituto Londres cuándo un grupo de terroristas atacó con bombas he hizo detonar los explosivos que previamente habían sido colocados en la cafetería, biblioteca, aulas y oficinas.
Había alumnos y maestros en el interior cuándo esto ocurrió, las autoridades informan de al menos 50 herido y ningún muerto. El saldo de daños coolaterales dejó a la cafetería del Instituto destruída, no se encontraron sospechosos y los responsables se dieron a la fuga...

~°~

Mi cabeza duele horrores, escucho que me llaman a lo lejos pero no puedo abrir los ojos; aún estoy en el limbo de la seminconciencia.

Lo último que recuerdo fue haber visto alumnos correr por todos lados, a los chicos llamándome, y a James sonriéndome...

-Jess- Alguién dice mi nombre, hablándome mentalmente -Por favor, despierta- no distingo quién séa, pero suena preocupado.

Poco a poco me oblígo a abrir los ojos, cuándo lo logro, mi vista está nublada y un piteo llega a mis oídos.

-Jess!- reconozco la voz de mi papá -Doctor!-

Cuándo logro ver claro, lo primero que veo es el techo blanco, bajo la miráda hacía la sala en que me encuentro, y también es blanca.

Estoy en un hospital.

Mi papá entra nuevamente acompañado de un hombre con bata blanca y dos enfermeras.

-Mucho gusto señorita West, es bueno aur haya despertado- el doctor se diríge hacía mi y empieza a revisar el suero que no me había dado cuenta que tenía, dando unos golpecitos al tubo -Sabe dónde está?-

Niego con la cabeza al tiempo en que por fin ubico el responsable del pitido; la maquina que verifica los latidos de mi corazón.

-Sabe por qué está aquí?- ahora se acerca, y entrecierra un poco los ojos.

Niego con la cabeza nuevamente.

No sé que rayos pasó, ni por qué estoy aquí, ni dónde están Drake, Dracó y los demás, y tampoco sé quién demonios me puso ésta bata blanca.

-Bueno, estás en un hospital- Vale eso ya lo sabía -Estás aquí porque hubo un atentado en tu Instituto, sufríste algúnos golpes y quedáste inconsciente por dos días debido a la intoxicación que sufríste- El doctor me miraba atentamente, analizando mis reacciones.

¿Un atentado?

-Cómo llegué aquí?- mi voz sonaba rasposa y mi garganta ardía por la falta de líquidos.

El tipo con la bata blanca pareció captar lo ronco de mi voz, porque se acercó al garrafón, sirvió un pequeño vaso con agua y me lo dio de beber.

-Llegáste aquí por un grupo de jóvenes- terminé el contenido y él lo retiró de mi boca -Estaban preocupádos por ti, y ellos lograron salir del Instituto contigo-

Tenía una ídea de quiénes eran, pero guardé silencio.

-Dios Jessica, estaba muy preocupádo- Papá se acercó a la cama, me miró cómo desde años no lo hacía, y vi en su mirada genuina preocupación.

-Lo siento- Aunque no hubiera sido mi culpa, me sentí mal por haberlo preocupado -Qué chicos me trajeron?- la curiosidad me ganó.

-Son seis, todos asisten a tu Instituto, y creó que uno de ellos es tu maestro- bingo! Son ellos -Desde que llegáste no se han movido de la sala de espera-

 Las Lagrimas De Un Ángel, La Agonía De Un DemonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora