¿Demonios con sentimientos?

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Cuándo llegamos a casa de Liam, arrojó sus llaves a una mesa y se tiró en el sofá.

-Logaaaannn!!!- le gritó cómo si se estuviera muriendo y unos cuántos gallos se le salieron lo que provocó una sonora carcajada de mi parte.

-Tenías que gritar así? Hombre! Pensé que te estaban acuchillando!- dijó Logan entrando a la sala, riendose también -Jess!- Me vio y corrió hacía mi, levantándome por los aires y girando.

Ambos reíamos, cuándo la gravedad nos impulsó hacía el piso, y un peso extra me aplastó las costillas. Me di cuenta de que Liam se había lanzado encíma de nosotros haciendonos caer a los tres.
Yo estaba hasta abajo, así que me estaba quedando sin aire.

-Chicos- pude ver que Logan estaba cómodamente acostado encíma de mi con las manos entrelazadas sobre su estómago mirando al techo, y Liam estaba encíma de el, apoyándose con un codo en el piso, sujetándose la cabeza con la mano.

-Si?- preguntaron al unisóno.

-Están cómodos?- pesaban cómo tres mil toneladas, bueno, así lo sentía yo.

-Pues la verdad estás un poco incómoda- dijó Logan girándo la cabeza para verme.

-Yo si, Logan está rellenito y está muy cómodo- Liam se reía, mientrás Logan le daba un puñetazo en el hombro.

-Oigan- hice señas con la mano para que se acercara, cuándo estuvieron lo suficientemente cerca les grité con todas mis fuerzas -QUÍTENSE DE ENCÍMA!!-

Los dos salieron disparados, ahuyentados por mi grito. Empecé a reír cómo una loca mientras ellos me fulminaban con la mirada. Sentí que pasaban los brazos por debajo de mis axilas y Logan me levantaba del piso.

-Bueno bueno, empecemos de una vez con esto- Liam quería parecer serio, pero al cabo de unos segundos su sonrisa habitual apareció en su rostro.

Nos sentámos en el sillón más grande, una mesa de vidrio estaba frente a nosotros y encíma había papeles regados por todos lados.
Empezamos a crear las listas, los anuncios y todo lo demás. Las categorías eran las más comúnes; baile, canto, tocar instrumentos y dibujo. El ganador obtendría un diez en todas sus materias este mes, así que no podía desaprovechar esa oportunidad.

-Ustedes que van a hacer?- pregunté checando unas listas buscando sus nombres.

-Bailaremos- respondieron con una sonrisa de engreídos.

-Y tu?- esta vez fue Liam quien me preguntó a mi.

-Estaba pensando en cantar algo- dejé las hojas sobre la mesa y me froté la cara. Los dos me miraron cómo si me hubiera crecido otra cabeza -Que?-

-Nada, nada- ambos volvieron la mirada a las hojas que tenían en las manos, evitándo mirárme.

Los fulmíno con la mirada, pero regreso mi vista hacía los papeles para terminar esto lo más prónto posible.





Tres horas más tarde, todo ha sido impreso, archivado, encarpetado y listo para el concurso. Logan propóne ir a comer pues la hora de la cena ya se les pasó y mueren de hambre. Algo a lo que núnca me acostumbraré, es a su horario para comer, yo jamás comía a estas horas, amó comer y siempre lo hago pero núnca como comida cómo tal a la misma hora que ellos.

Llegamos a un pequeño restaurante, nos sentámos en una mesa del fondo y ordenámos. El chico que nos atendió, fijó su vista unos segundos más en mi, y me sonrió.

-Idiota- farfulla Liam, viéndo en dirección por dónde se acaba de ir el mesero.

-Creé que no nos dimos cuenta, pero para su mala suerte vienes con dos hombres que te cuidan demasiado- esta vez Logan habló, apoyándo el comentario anterior de Liam, fulminándo con la mirada al chico.

 Las Lagrimas De Un Ángel, La Agonía De Un DemonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora