Capítulo # 23

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Narro yo.

¿Qué quería decir con esperarla en su casa y, peor aún, en la noche?

La aterraba el simple hecho de imaginarse las posibilidades. Ya no quería pensarlo, pero tratándose de Flash Sentry y Sunset Shimmer, le era muy difícil cesar.

Caminaba de un lado a otro, lo veía como una forma de buscar calma y tranquilizar su corazón que no se cansaba de latir con fuerza. Se sentía ansiosa y angustiada debido a su ilimitada imaginación.

Tenía aquella inquietud y desconfianza hacia el peliazul, varias veces él le había dicho que era la única. Pero aquella mujer de cabello tocino le hacia dudar en sus palabras. Después de todo creer en los hombres era casi imposible para ella. Sin embargo, no quería aceptarlo, pero ya se estaba ilusionado; y tener a Flash detrás de ella ya le estaba agradando y algunas veces extrañando. Es más, aquella misma tarde, cuando Flash le propuso acompañarla, no tenía la intención de negarle. Pero después de aquella llamada todo cambió, en aquel momento estaba muy arrepentida de haberle dicho que conteste.

Después de tanto pensarlo, se detuvo de golpe.

-No me quedaré de brazos cruzados. -Se dijo a sí misma. -Quizás no sea lo que estoy pensando, pero no estaría mal quitar la duda.

Sin importarle la advertencia de su madre, en medio de la noche, salió de su casa montada en su motocicleta.

Ya se consideró loca, ya aceptó que estaba realmente loca por Flash. Se enamoró, negarlo era como decir que Flaca estaba realmente flaca.

No tardó mucho en llegar a su casa. Se sintió afortunada al ver a Sunset entrar recientemente al domicilio.

Estacionó su motocicleta en un lugar que no era visible. Con pasos sigilosos se aproximó a una ventana de la casa. La joven se sentía patética al hacer eso, nunca se hubiera imaginado espiar en medio de la noche al chico que le gusta por un ataque de celos.

Volvió a sentirse con suerte al poder ver todo lo que hacían ellos desde la ventana, o bueno, eso creyó al ver como el ojiazul tomó la mano de Sunset.

Apretó sus dientes de los celos que empezó a sentir y más aún cuando los dos sonrieron. No sabía cuanto tiempo iba a estar espiando, pero todo se detuvo cuando una persona la descubrió.

-¿Quién es usted?

Su corazón dejó de latir para luego sentir como la sangre se le enfrió. Se alejó de la ventana lentamente para luego voltear y estar al frente del hombre quien la descubrió.

-Y-Yo... -Tartamudeó. No tenía cabeza para pensar en que respuesta decir, los nervios y miedo estaban de punta. Quería salir corriendo y desaparecer lo más pronto posible. Pero el mismo temor que la invadía hacia entumecer sus piernas.

El hombre de mayoría de edad se acercó a la ventana, luego de ver la escena soltó una pequeña risa y empezó a ver a Twilight de una manera divertida.

-Soy el padre de Flash... basándome en su descripción, supongo que eres compañera de la Universidad de mi hijo, Twilight Sparkle ¿no?

La joven abrió sus ojos de lo sorprendida que estaba.

-¿Cómo sabe mi nombre, señor?

-Flash me ha hablado mucho de ti.

-Supongo que cosas malas, ¿cierto?

-¿Malas? -Carcajeó. -Para nada, es todo lo contrario. Él te quiere mucho, si tan supieras la manera de como habla de ti, quedarías más sorprendida de lo que yo te deje al descubrirte que estabas espiando. -Twilight se sonrojó de la vergüenza. -Ya es hora de que le habrás tu corazón, ¿no crees? No sabes las cosas que pueden pasar si no lo haces a tiempo, puedes terminar arrepentida.

El señor se dispuso a seguir caminando.

-Disculpe. -Lo detuvo, él volteó a verla. -No le diga que estuve aquí.

-No te preocupes. -Sonrió. -Será nuestro secreto... Por cierto, fue un gusto conocerte. 

Las palabras del padre de Flash dejaron mucho en que pensar a Twilight. Después de eso, se sintió aún más decidida en abrirle su corazón y empezar una nueva etapa con el ojiazul.

[...]

Los dos amigos caminaban sin decir una palabra. Sunset miraba a sus alrededores disfrutando de la buena vista de la ciudad.

-¿Y bien? ¿Me vas a decir?

-¿Decir? -Ella suspiró. -Tan difícil es darte cuenta de lo que está pasando.

-Bueno, no sabía que algo estaba pasando realmente. -Los dos se detuvieron, cruzando sus serias miradas. -Sea lo que sea que haya hecho mal, te pido que me disculpes.

Sunset empezó a reír sarcástica.

-Tan grande es tu ignorancia que pides disculpa sin saber que fue lo que hiciste, Flash, ¿Es en serio?

-Es lo único que puedo hacer, Sunset. Por más que pienso y analizo, no lo comprendo. -Alzó su tono de voz. -Me fuera más fácil si tan sólo me dijeras que hice mal.

-Twilight.

-¿Qué tiene?

-No te lo quería decir. Pero mi primera y, hasta se podría decir, única razón por haber dejado Crystal fuiste tú. -Lo señaló. Oprimió sus labios tratando de no llorar de lo estúpida que fue al haber tomado aquella decisión, creyó que todo iba a salir como ella se lo había imaginado, pero, lastimosamente, nada de eso llegó a pasar.

-¿Mía? -Preguntó, sin todavía poder asimilar lo que su amiga le dijo.

-Tantos años siendo amigos, compartimos grandes momentos juntos, nos ayudamos en nuestros peores días, ¿nunca se te cruzó por la cabeza que yo podría estar enamorada de ti?

-Sunset, yo...

-Al parecer no, ¿cierto? -Suspiró decepcionada, dejando que una lágrima escape. -Creí que estar aquí, siendo tu única amiga que conoces de años, podría lograr algo contigo. Pero una chica amargada y de corazón fuerte había logrado lo que yo he anhelado por varios años: tu corazón, Flash.

-Lo siento. -Murmuró, ahora sin poder darle la cara de lo culpable que se sentía, de lo ciego y tonto que fue durante tanto tiempo. Después de todo, él es el responsable del problema. -No crei que tú... bueno...

-Ya no importa. -Lo interrumpió mientras se apresuraba en secar sus lágrimas. -Una parte de culpa también es mía, si tan solo no fuera cobarde, te hubiera dicho mis sentimientos hace mucho. Pero ya es tarde... y me arrepiento.

Sunset salió corriendo, ya no quería que Flash la siga viendo actuar como una patética llorona. No sabría si en un futuro tendría las fuerzas para verlo en la cara, lo único que quería era volver a su ciudad y empezar una nueva etapa sin incluir a Flash en ella. Ya era momento de dejarlo ir, al igual que sus sentimientos. Tuvo muy en claro que estar junto a él no era su destino.

El ojiazul, a pesar de lo que Sunset le acabó de confesar, no tenía la intención de echar a la basura casi trece años de amistad con ella. Sin dudar, fue detrás de ella.

Mala idea correr sin rumbo para los dos.

Sunset, sin tener su mente clara por completo e ignorando el llamado desesperante del peliazul, cruzó la calle sin darse cuenta que el verde en el semáforo aún estaba presente. Un carro con una velocidad considerable se estaba aproximando a ella. Flash estaba siendo testigo de eso y, sin detenerse, también cruza la calle. Aumentó su velocidad como nunca antes lo había hecho, lo único que logró hacer fue empujar a Sunset a la vereda lo más fuerte posible antes de recibir el fuerte impacto del auto sobre él.

El cuerpo del joven fue alzado a varios metros, cayó con fuerza. Sunset vio la fuerte escena. Flash inconsciente, lo primero que ella hizo fue lanzar un grito angustiante.

Mi Amargada Rockera.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora