Nos dirigimos hacia dentro del edificio de ESO y subimos por las escaleras de dentro para ir a clase. ¿Es normal que después de siempre haber tenido algo que nunca llegó a ser nada, ahora pase a querer hablar conmigo tan sí como sí?
-Quizá te parecerá raro que te lo pregunte, pero bueno, ¿esta tarde puedes quedar?- siento que el corazón se me detiene de golpe, lo he oído bien?
-Supongo, ¿por qué?
-Me gustaría ir a tomar algo para poder hablar- como que hablar, ¿eh? Tú, que casi nunca hablas conmigo ahora quieres hablar, ¿alguna explicación lógica?
-Bueno, no es que tenga mucho tiempo últimamente, pero creo que sí- veo de reojo como sonríe y parece contagioso porque sin darme cuenta, veo que yo también estoy sonriendo.
Acabamos de subir los tres pisos y vienen sus amigos a hacerle la típica bromita de si soy su novia y no sé qué, me mira avergonzado y me voy con mi grupo.
-¿Y ...? - dicen impacientes.
-¿Qué? - digo distraída.
-¿¡Que qué ha pasado!? - grita Clara.
-Hemos quedado esta tarde- suelto como si no me afectara.
-¿Que qué? - gritan todas a la vez, pongo los ojos en blanco y noto como me pongo roja como un tomate.
-¡Parad de gritar que os oirá todo el insti! - protesto yo.
-Vaya, ni que todo el insti no supiera que hay algo entre tú y él- las fulmino con la mirada y se echan a reír.
Entramos en clase y noto todo el rato sus ojos clavados en mí, aunque yo, no le vuelvo la mirada.
Salimos del insti no más tarde de las dos y media. Casi no he escuchado nada en clase solo de estar pensando todo el rato lo que pasaría cuando sonara la última campanilla que indica el fin de la clase y por fin, del día.
Me levanto y empiezo a poner los últimos deberes en la maleta y cuando estoy cerrándola, justo viene él y se pone delante mío. Me dedica su sonrisa que me vuelve loca y no puedo evitar sonrojarme al sentir varias miradas de mis compañeros (aunque puede que no me estén mirando a mí).
Me cuelgo la mochila en la espalda y nos vamos juntos de clase. Bajamos las escaleras en silencio y uno al lado del otro. Se supone que ha de empezar a hablar él, no yo. Salimos del insti y una vez a la calle, nos vamos a un restaurante de comida rápida cercano.
-Te he visto muy despistada en clase estas últimas horas- dice calmado.
-Suelo estarlo cuando sé que queda poco para marchar de una santa vez del insti- miento en parte, aunque sé que hoy, ha sido más exagerado.
Nos sentamos en la mesa que nos dicen y nos miramos el menú.
Nos pasamos todo el rato en el restaurante explicándonos cosas que nos habían pasado desde el año que nos "separamos". No nos damos cuenta, que ya son las siete y media de la tarde y había quedado con mi padre a las siete en su faena para acompañarlo hasta casa.
Salimos volando del restaurante y me despido de él a pocos metros del sitio donde debe de estar esperándome mi padre. Me da un beso en la mejilla y no puedo evitar ponerme roja como un tomate y casi no puedo reaccionar para decirle un simple: "Adiós".
Cuando llego donde había quedado con mi padre, está en el móvil y le doy un beso en la mejilla.
-¿Hace mucho que me esperas?- digo casi con miedo de que me eche la bronca por llegar tarde.
-No, hace unos quince minutos que te espero, ¿ha ido bien?- dice calmado y con una sonrisa.
-Supongo que se podría decir que sí- sonrío también y nos vamos al coche para ir a casa.
Sin duda, es el mejor primer día de insti de mi vida.
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Necesidad de ti. *Reescrito*
RomanceSiempre es la misma historia. Parece que estemos cerca cuando en realidad, estamos más lejos que nunca. No puedo parar de mirar a esos malditos ojos que me extraen de la realidad. Haces que todos mis muros se derrumben sin que pueda controlar nin...